En la sesión de Cabildo capitalino de este martes se presentará la convocatoria para la consulta pública de los proyectos de los programas de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y de Desarrollo Urbano de Centro de Población de San Luis Potosí.
De acuerdo a voces conocedoras del tema, la consulta pública será un mero trámite, el Instituto Municipal de Planeación ya tiene todo amarrado a favor de los empresarios que promueven más de 10 proyectos inmobiliarios, en particular el de la Sierra de San Miguelito.
La semana pasada y este lunes, los magnates de la construcción y socios fueron vistos entrar y salir horas después de las oficinas del arquitecto Fernando Torre Silva, aún con el nombramiento de encargado de despacho del IMPLAN, lo que resta lustre a su importancia y decisiones por tomar.
Fue una romería de empresarios, asegura una garganta profunda, cada quien con su expediente bajo el brazo, comenzaron a amasar el visto bueno a sus proyectos; estamos hablando de inversiones multimillonarias que marcarán el desarrollo urbano y economía de la ciudad en las próximas décadas.
A diferencia del caso de las mil hectáreas de la Garita de Jalisco, que fue un negocio de tres familias y se enfrentó una cobertura mediática negativa, esta vez Carlos López Medina fue generoso e invitó a otros capitalistas de altos vuelos a partir en dos a la Sierra de San Miguelito, como José Cerrillo Chowel, Juan C. Valladares García y José C. Mahbub Sarquís, por mencionar algunos.
¿Quién osará oponerse a los poderosos de San Luis que les vale un pepino el discurso ambientalista? Si acaso unos cuantos locos comuneros y sus asesores, no hay una fuerza social amplia capaz de articular una batalla que logre impedir que se construyan fraccionamientos residenciales en las faldas de la sierra.
Con el antecedente del Cerro de San Pedro, destruido por una minera canadiense en el régimen del PRIAN, ya se demostró que no hay una conciencia social, es un mito que los potosinos conozcan y defiendan su historia, su patrimonio cultural y recursos naturales.
Las autoridades de los tres niveles de gobierno están vencidas de antemano ante el poder del dinero, mientras que el navismo —cuyo origen se dio cuando el abuelo de López Medina quiso agandallarse los terrenos de la actual Zona Universitaria y Hospital Central— ya es cosa del pasado, hoy es una caricatura.
El que podría cambiar la historia es el Presidente AMLO, cumplir su promesa de la plaza de Fundadores; o que el temible titular de la UIF, Santiago Nieto, le susurre al oído algunas indiscreciones con sustento sobre la procedencia de los recursos que se asoman sobre el paisaje de la Sierra de San Miguelito.
Por su parte, los comuneros que detentan la representación del comisariado, solicitaron a la Procuraduría Agraria su opinión sobre la aportación de 2068 hectáreas de tierras de uso común a la inmobiliaria Espacios en el Horizonte/Las Cañadas que encabeza López Medina, ya una vez les dieron palo cuando lo intentaron con la inmobiliaria Reserva del mismo empresario.
Hay alegría y brindis en las altas esferas potosinas, la consulta pública es la parte final a cumplir de un largo proceso, hubo días de desaliento y frustración, ahora, por su tenacidad, visión y sacrificio por el progreso de la ciudad, están viendo los frutos del gran negocio que es comprar tierras a precios miserables.
No se descarta que a la sesión del Cabildo de este martes asistan los que dicen defender la Sierra de San Miguelito, tanto de la construcción de residencias como de la vía alterna a la Zona Industrial.
El miércoles, los asesores de la minoría de comuneros que se resisten a vender sus tierras, tendrán un foro en el hotel María Cristina con varias organizaciones.
“EL MIJIS” Y JOSÉ MARIO DE LA GARZA
Colocado en el penúltimo lugar de la quinta evaluación de Congreso Calificado, el diputado Pedro Carrizales “El Mijis” patalea, no importa que tenga 17 inasistencias, sus iniciativas tienen un alto impacto social, pide que sean analizadas y “hay que ver cómo nos califican”.
Califica su agenda de “progresista” y en su distrito el barrio lo quiere por la labor social que realiza.
Cuando resultó electo, las redes sociales se inundaron de reacciones a favor y en contra, las buenas conciencias pusieron el grito en cielo, pero se impuso la corrección política y no podía ser juzgado por su pasado, además no tenía ficha criminal y sus derechos estaban a salvo.
Su trayectoria de activista a favor de la juventud marginada y su adhesión —de última hora, porque aún negociaba con la gallardía y hasta se tomó una foto con el dirigente del PRD por la que habría pedido un pago— a la coalición “Juntos Haremos Historia”, hizo suponer que haría un buen papel como legislador.
No porque lo diga Congreso Calificado, los hechos demuestran que es una decepción. Ha tenido sus desfiguros, andaba de “caza mapaches” en Aguascalientes y resultó detenido; impidió, por sus pistolas, la ejecución de un desalojo judicial de un pariente por no pagar la renta y ha protagonizado varios atentados contra su vida que huelen a pésima comedia.
Que sus iniciativas sean controversiales —despenalización del aborto, prohibición de las corridas de toros y peleas de gallos— no lo hace mejor que los otros legisladores, a los que critica porque proponen solamente el cambio de puntuación ortográfica de leyes, nada de fondo, solo él y nadie más, otro rasgo de los políticos tradicionales, ese chocante aire de superioridad moral que domina a los de Morena y sus aliados.
Su desempeño en el Congreso del Estado no lo distingue de la mayoría, es un trabajo accesorio al que desarrolla como estrella mediática, es una figura asediada por periodistas y políticos, la 4T lo quiso de mascota sexenal y estuvo a punto de dejar su curul para irse a radicar a la Ciudad de México.
“El Mijis” no es el primero en obtener menos cero ni en rechazar las evaluaciones trimestrales que realiza José Mario de la Garza a través de Congreso Calificado, en apariencia este es un loable esfuerzo ciudadano para medir el rendimiento de los legisladores, aunque no escapa al sesgo, intereses e ideología del abogado corporativo.
No es casual que siempre sean panistas y priistas los que pasan de panzazo. En esta quinta evaluación la bancada de Morena es la peor de todas. [Javier Padrón]