Un tribunal paquistaní sentenció a muerte el martes al expresidente Pervez Musharraf, en un caso de traición relacionado con el estado de emergencia que el general impuso en 2007 cuando estaba en el poder, informaron funcionarios.
Es la primera vez en la historia de Pakistán que un exjefe del ejército y gobernante es sentenciado a la pena capital. Pakistán y los Emiratos Árabes Unidos no tienen tratado de extradición y es poco probable que las autoridades emiratíes arresten a Musharraf. Sin embargo, de regresar al poder, el exmandatario tendría el derecho de apelar su sentencia.
El fallo del martes emitido por un panel de tres jueces no fue unánime y uno de ellos se opuso a la sentencia de muerte, según Akhtar Shah, uno de los abogados de Musharraf. Shah agregó que apelará la sentencia.
“Hoy me envió un mensaje Musharraf diciendo que está listo para venir a Pakistán, pero que sus médicos no le permiten viajar”, dijo el abogado a The Associated Press tras el fallo. Musharraf se ofreció a dar un comunicado al tribunal a través de un vínculo de video, pero la petición fue rechazada, agregó.
Tras anunciarse la sentencia, el ministro de Información, Firdous Asdhiq Awan, le dijo a la prensa que el gobierno del primer ministro Imran Khan “revisaría a detalle” el veredicto antes de comentarlo. Se espera que Khan, quien tiene buenas relaciones con el poderoso ejército del país, regrese el miércoles a casa de Ginebra.
El ejército denunció la sentencia de muerte diciendo que fue “recibida con mucho dolor y angustia”. Musharraf, “quien ha servido al país durante más de 40 años, peleado en guerras para defender al país, seguramente nunca podrá ser un traidor”, decía el comunicado.
En una infame purga de 2007, Musharraf impuso un estado de emergencia y puso a varios jueces clave bajo arresto domiciliario en la capital, Islamabad, y otras partes de Pakistán. Llegó al poder tras derrocar al exprimer ministro Nawaz Sharif en un golpe de Estado sin derramamiento de sangre en 1999.
AP