En octubre pasado fue la última vez que el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, estuvo en San Luis Potosí, encabezó varios eventos acompañado del gobernador Juan Manuel Carreras, y ante la insistencia de la prensa, declinó opinar sobre su aspiración de ser candidato en el 2021.
En una visita anterior, en julio, fue más claro al señalar que su idea era permanecer dos sexenios como secretario de Educación, como si la 4T se fuera a prolongar sin mayores problemas, en parte tiene razón porque la oposición nomás no da color y los programas sociales están generando una clienta electoral de Morena más poderosa que la que tuvo el PRI en su mejor etapa histórica.
Su nombre vuelve a relucir en la afamada columna “Serpientes y Escaleras” de Salvador García Soto, que se publica en El Universal, apuntó este jueves que si hubiera cambios en el gabinete del Presidente López Obrador serían los de Moctezuma y del secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, para lanzarse de candidatos a los gobiernos de SLP y Sonora respectivamente.
Expuso que el secretario de Educación pulsa entre la clase política local la percepción que se tiene sobre su posible nominación, que ya puso casa en esta ciudad a la que acude para dejarse ver y hasta ya platicó con Carreras de sus planes políticos; y en noviembre de este 2020 dejaría el despacho de la calle de Argentina de la Ciudad de México.
Si en verdad Moctezuma quiere ser gobernador como asevera García Soto, esta sería la segunda ocasión en que explora la posibilidad, la primera vez fue en el ocaso del zedillato, un periodista y un historiador fueron sus lazarillos y lo pasearon por el estado dándole lecciones sumarias de política y del pasado potosino, pero lo pensó y dio marcha atrás.
Ya se ha dicho que si se lanza como candidato tendría muchas posibilidades de ganar, a menos que cometa errores y no sea tan inteligente como se presume, sería votado lo mismo por “chairos” y “fifís”, estamento este último al que pertenece, tiene muchas relaciones políticas, sociales y familiares en la capital del país y en SLP que lo presentarían como un candidato “de lujo” o de “peso completo”.
No tiene broncas con los grupos de poder locales, la clase empresarial lo ve como un paisano y con visión y contactos de sobra para impulsar el desarrollo económico de la entidad. Se le ve como una especie de Fausto Zapata, hombre de mundo, capacidad, experiencia y bien relacionado, pero sin la carga política negativa que llevó al traste la gubernatura del oriundo de El Saucito.
El PAN, postulando a cualquiera de sus gallos y aun en alianza con el PRI, PRD y demás morralla, no le daría batalla a Moctezuma, quien además de Morena sería apoyado por el “maoísta” PT, el PVEM “gallardizado”, el reaccionario PES y otros.
Sin Moctezuma como aspirante, el que está perfilado aunque diga que “lo den por muerto” es el presidente del TEJA, Juan Ramiro Robledo, la gubernatura ha sido la aspiración de su vida, no fue rector de la UASLP porque vio que tenía posibilidades de llegar al Palacio de Gobierno desde la década de los noventa.
Lo más cerca que ha estado fue cuando se desempeñaba como subsecretario de Gobernación en la época de Emilio Chuayffet, se le atravesó Fernando Silva Nieto y cada vez se fue alejando más, y cuando logró por fin ser candidato, no del PRI sino del PRD, su campaña fue un fracaso.
De ser cierto lo que afirma García Soto, lo más probable es que Juan Ramiro cierre filas con Moctezuma y AMLO; y los demás aspirantes de Morena que se han mencionado se harán aún más chiquitos. [Javier Padrón]