Una semana después del tiroteo perpetrado por un alumno de 11 años de edad, el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, reanudó las clases.
A su llegada al instituto, los estudiantes se encontraron con la novedad de que para ingresar deben pasar por detectores de metal. Además, personal del colegio revisa sus pertenencias.
Otra medida adoptada y aprobada por los padres de familia es que los menores utilicen mochilas transparentes o bolsas de plástico para facilitar la detección de objetos prohibidos.
La mañana del 10 de enero, un alumno del Sexto Grado de Primaria ingresó con dos armas de fuego al Colegio Cervantes y asesinó a su profesora, hirió a otras seis personas y posteriormente se suicidó.
La Secretaría de Salud de Coahuila activó el Protocolo Naranja para la atención de estrés postraumático en la comunidad de la institución educativa. Alumnos, docentes y padres de familia recibirán apoyo emocional de especialistas de España y Nuevo León.
Por López-Dóriga Digital.