La carrera por la gubernatura ya arrancó desde hace tiempo, los aspirantes, con y sin partido, se promueven de diversas formas con mucho descaro y el poder de Juan Manuel Carreras se eclipsa de manera acelerada.
Está de moda destaparse para el 2021, hasta los que no tienen ni la más remota posibilidad de ser candidatos manifiestan sus intenciones sin importarles el escarnio público, en la época del “tapadismo” al menos había algo de pudor, no había tantos ilusos como ahora, en la nueva realidad política que vivimos no hay reglas ni ritos que se respeten.
Los militantes del partido gobernante le brincan las trancas, no puede imponer línea ni disciplina, hasta un sobrino político que juega con calzador en el bando de la 4T, se apuntó como prospecto por su cuenta y riesgo.
Lo que no cambia es la pauta de la dádiva para quedar bien y nos regresa al pasado, los hay generosos en apariencia que donan vehículos para el traslado de enfermos o de estudiantes; y los que no ocultan su tacañería reparten abrazos, promesas y si acaso cobijas o una raquítica despensa.
Los panegíricos oficialistas juran que Carreras mantendrá una postura neutral en la sucesión del 2021, no inclinará la balanza para ningún lado, nadie es tan ingenuo para creer que no tiene sus favoritos por los que meterá las manos hasta donde sea posible sin confrontarse con el gobierno federal.
El columnista Salvador García Soto lo metió en un problema al señalar que se anda entendiendo con el proyecto de Esteban Moctezuma Barragán.
El que más lo entusiasma —como es público y notorio— es el alcalde Xavier Nava, sobre el que confluyen sectores del panismo, grupos económicos y la camarilla priista que tiene casi tres décadas imponiendo gobernadores.
Para él sería el relevo ideal, el más deseado pero sería un trance incierto, una moneda en el aire.
El bono democrático navista se está apagando muy rápido, como las lámparas Phillips recién adquiridas que no resultaron de la calidad y duración prometidas, dese una vuelta por la Calzada de Guadalupe una noche de luna menguante para que confirme que el erario se sigue usando para favorecer a los cuates.
Si en el trienio pasado Panavi fue una cruz para Gallardo y no se pudo hacer el negocio millonario, en el actual parece que sí, a través de un proveedor fachada que se hace el escurridizo y delata a esos apellidos ilustres que mandan en el Palacio Municipal, una élite de mirreyes que también tienen a Carreras en su séquito.
GABINETE ANULADO
Contra la costumbre de los últimos sexenios, del gabinete de Carreras no saldrá el próximo gobernador, eso es algo que huele a terminante.
Sus secretarios Gustavo Puente Orozco, Daniel Pedroza y Mónica Rangel, solo le garantizan un deshonroso tercer lugar si bien les va en la elección.
Con el montaje de la elección interna priista para el regreso triunfal de Elías Pesina a la dirigencia estatal, mandó un mensaje muy claro a la militancia de no hacer olas y prepararse para sobrevivir el próximo sexenio fuera de la nómina.
Y por más que presuma una excelente relación con el Presidente AMLO, no se reflejó en el presupuesto, no hubo recursos para la vía alterna ni para otros proyectos de alto impacto.
La restricción del presupuesto no es personal, a todos los gobernadores los trae a raya y debe tener un panorama de cómo se han manejado los recursos en el sexenio carrerista, conoce a fondo los chanchullos del Metrobús o de la presa La Maroma, una vergüenza, o las obras del supuesto, como interminable, rescate del Centro Histórico al mando de Horacio Sánchez, la calle de Guerrero sigue sin concluirse, ya es mucha burla.
Conforme se acerque el final del sexenio saldrá más purulencia y será un salpicadero con ventilador.
“ANDY PANDA” CONTRA LAS ENCUESTAS
Heredero de un imperio empresarial construido gracias a la corrupción priista, aunque diga que es resultado de la cultura del esfuerzo, el alcalde vallense Adrián Esper Cárdenas se asume como aspirante a la gubernatura y descalificó a las encuestadoras que lo ignoran, tanto nacionales como locales.
Usó términos muy duros, las tachó de chayoteras, mentirosas, porquerías, mugrero; y como buen “millennial”, sugiere consultar “Google Trends”, sin intermediarios malosos.
ALIANZA CACO-PINEDA
El “Caco” Leal afianzó su alianza con el secretario de Seguridad, Jaime Pineda, le mandó a Sonia Nájera de directora administrativa, le renunció al secretario general del Ayuntamiento, Sebastián Pérez.
En los últimos días algo le pasa al secretario de Gobierno, está patinando con declaraciones para justificar la inseguridad: culpa a la droga “cristal”, al nuevo sistema de justicia penal antes ensalzado, de liberar delincuentes, lo que desemboca en los linchamientos y así va concatenando los problemas y su correspondiente explicación, para no tocar jamás a su amigo Pineda, actor principal del desastre que se padece.
No cabe duda que en el ocaso prematuro de Carreras, el “Caco” tiene mucha responsabilidad. [Javier Padrón]