El balance actual del terremoto que sacudió en la noche del viernes el sureste de Turquía alcanzó las 35 víctimas mortales, pero prosiguen las labores de rescate para salvar a personas que pudieran encontrarse atrapadas bajo los escombros, señaló este domingo la agencia turca Anadolu.
El temblor, de una magnitud de 6.8 y con epicentro en una zona rural de la provincia de Elazig en el sureste de Anatolia, dejó a unas mil 600 personas heridas, que acudieron a hospitales de la zona, si bien solo un centenar sigue en tratamiento y una treintena de estos últimos en cuidados intensivos.
Los equipos de salvamento trabajan desde el mismo momento del sismo, a las 17:55 h GMT del viernes, para sacar a personas atrapadas entre los escombros ; hasta ahora han rescatado a 45.
Entre ellas se halla una niña de dos años y medio, que fue extraída de las ruinas de su casa 24 horas después del temblor, en buen estado, mientras que su madre fue recuperada, viva también, cuatro horas más tarde.
Tras trabajar durante toda la noche con temperaturas bajo cero, los equipos continúan intentando alcanzar a seis personas atrapadas bajo los escombros en un barrio periférico de la ciudad de Elazig, señaló el ministro de Interior, Süleyman Soylu.
“Tenemos esperanzas de rescatarlos sanos y salvos”, dijo el ministro en un encuentro con la prensa.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que ayer visitó la zona del desastre, agradeció hoy a los equipos de salvamento su “espíritu de sacrificio”, momentos antes de partir de viaje a Argelia en un periplo de tres días, que lo llevará también a Gambia y Senegal.
Desde el sismo se han registrado más de 700 réplicas, veinte de ellas por encima de la magnitud de 4, pero aparentemente sin causar nuevos daños.
La provincia de Elazig se ubica en el cruce de dos importantes fallas geológicas que convierten Turquía en un país con frecuentes movimientos telúricos, si bien los terremotos por debajo de la magnitud 6, muy habituales también en el oeste de Anatolia, no suelen causar víctimas y normalmente solo provocan daños menores.
EFE.