El director de Ingeniería y Construcción del Grupo México, Vidal Muhech Dip, convocó a una conferencia de prensa a las dos de la tarde para presentar el proyecto “Plan San Luis” sobre los terrenos de lo que fuera la Industrial Minera México, y le dio flojera responder a los reporteros, les dijo que lo había dicho todo en un evento con la AMPI, otro en el IPCYT y más temprano en el noticiero matutino de ABC radio.
Si Germán Larrea Mota Velasco, amo y señor de GM, va invertir mil millones de dólares en unas tierras —nada más 470 hectáreas— estériles a fuerza de echarles toneladas de desechos mineros tóxicos durante más de un siglo, uno esperaba que Muhech se esmerara un poco más, llegó sin entusiasmo, fastidiado, y otros directivos tomaron la palabra.
¿O fue una estrategia para eludir las preguntas incómodas? La UNAM remedió 432 hectáreas, “contaminadas de arsénico plomo y cadmio, y que hoy ya están rehabilitadas y listas para integrarse al desarrollo urbano” [
https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2017_547.html].]
La UNAM es la principal casa de estudios del país y no debemos dudar de sus científicos como tampoco de los de la UASLP, si no creemos en la ciencia ni en la fe, estamos perdidos.
El académico de la UASLP, Fernando Díaz-Barriga, un experto en el tema de la Minera México, documentó hace años la falta de crecimiento en niños en la zona de Morales a causa del plomo en el suelo que se les iba a las manos, cabello y boca, se les conoció como “los niños de plomo”.
También hay muchos testimonios de vecinos de la Fracción de Morales, padecen alergias, otros hablan de esterilidad en mujeres y hombres, de cáncer.
La zona donde se encuentra la Universidad del Valle de México, que fue la primera sede del Tecnológico de Monterrey, fue ubicada como una de las más contaminadas por plomo que llevaron los aires desde Morales.
Sobre el mega proyecto de construir más de 7 mil viviendas, centros comerciales, universidades privadas, avenidas, calzadas, tren ligero y más maravillas, que le dio flojera presumir a Muhech, Díaz-Barriga publicó en el prestigiado semanario Exprés lo siguiente:
“Crecer aquí obliga a un estudio de vulnerabilidad y de impacto ambiental antes de que el consultor de IMMSA grite a los cuatro vientos que el sitio ya está limpio. Juntito, ahí juntito a dónde ya construyen casas, los valores en área residencial superan por 10 veces las concentraciones de la norma de plomo en suelo (normativa canadiense dado que la norma mexicana para suelo es muy antigua y no se adapta ya ni a la propia norma sanitaria de nuestro país que cambió un par de años atrás). El valor de arsénico se supera hasta por 15 veces. ¿Construir casas cerquita de la electrolítica de zinc y al lado de una ex fundición de arsénico? me encantaría ver si el consultor que presentó el proyecto se iría a vivir ahí” [“El plan para el plan de la ciudad”, 10/11/19].
De la presentación que se hizo en el IPCYT, se comentó que estuvo presente Díaz-Barriga y en lugar de llevar una espada desenvainada, fue condescendiente con el Grupo México. Validó la remediación, todo está en orden, sí resaltó algunas omisiones, nada más.
Y en la conferencia vespertina, en la oficina del corporativo en Lomas IV, los reporteros bombardearon a Muhech con preguntas precisamente sobre los riesgos para la salud humana, las dudas sobre la remediación, los permisos de cambio de uso de suelo y toda la tramitología inherente a este proyecto multimillonario, pero como ya se dijo que estaba cansado de dar tantas explicaciones, les contagió su estado de ánimo y lo dejaron ir.
Tenía hambre, ganas de un jaibol y mucha prisa, no quería perder el avión, aún no se soltaba la tormenta de viento. Le entregará buenas cuentas a su patrón Larrea, en San Luis Potosí todo está en calma, no hay quien se oponga a la urbanización de las 470 hectáreas, hasta Díaz Barriga fue convencido y les dio la bendición.
Otra duda que flotó en el aire porque nadie la planteó, fue la ausencia de los abogados cinco estrellas José Mario de la Garza y Horacio Sánchez Unzueta. Se supone que son los representantes legales y cabilderos de Larrea, los encargados de que el gobernador Carreras y el alcalde Xavier Nava les den el visto bueno a todos los trámites. Es la primera vez que se recuerde que vienen los directivos de Larrea y no se dejan ver con ellos estos juristas de intachable fama.
Del gobierno de AMLO, Larrea no tiene queja, si le ampliaron a cincuenta años más la operación de la planta de Zinc que debió cerrarse por sus riesgos y quedará rodeada de fraccionamientos, no se ve ninguna intención de que la SEMARNAT le vaya a poner peros al “Plan San Luis”, hay confianza en que se levantará un vergel de las tierras yermas y nadie correrá riesgos por la presencia de plomo y arsénico en concentraciones superiores a la norma como decía Díaz Barriga. [Javier Padrón]