Corea del Sur registró el jueves la primera muerte por el nuevo coronavirus y los casos de contagio casi se duplicaron a más de 100, casi la mitad de los cuales fueron en un centro de una secta religiosa.
El alcalde de Daegu –la cuarta ciudad surcoreana, con 2.5 millones de habitantes– instó a la población a quedarse en casa. Y los mandos de una importante base estadounidense en la zona restringieron el acceso.
El centro coreano de control y prevención de enfermedades informó en un comunicado de un total de 51 nuevos contagios, llevando a 104 los casos en todo el país.
De estos nuevos enfermos, más de 40 estaban relacionados con la iglesia de Shincheonji, o Templo del Tabernáculo del Testimonio, en Daegu, una entidad que suele ser acusada de ser una secta.
Un hombre de unos 60 años de la vecina provincia de Gyeongsang del Norte dio positivo al test del nuevo coronavirus, después de morir el miércoles con síntomas de neumonía, dijeron las autoridades. Según la agencia Yonhap, estuvo hospitalizado durante más de 20 años.
El origen de la propagación del patógeno entre los miembros de la secta es una mujer de 61 años que frecuentaba el centro y que, después de tener fiebre el 10 de febrero, se negó en dos ocasiones a pasar la prueba del COVID-19 aludiendo que no había viajado al extranjero recientemente.
Luego participó al menos en cuatro oficios, antes de ser diagnosticada con el nuevo coronavirus.
Hasta el momento, al menos otros 47 miembros de la secta contagiados fueron confirmados, pero podrían ser más, después de haber estado en contacto con la mujer.
Shincheonji afirma que su fundador, Lee Man-hee, recibió los hábitos de Jesucristo y llevará al paraíso a 144.000 personas el día del Juicio Final.
Las autoridades de Daegu indicaron que 1,001 fieles de Shincheonji que habrían asistido a los mismos servicios que la mujer fueron puestos en cuarentena en sus casas.
AFP.