[Javier Padrón]
La contingencia sanitaria por el Covid-10 se perfila hacia una ruta crítica y no vemos a la cúpula del sector privado potosino promover acciones de apoyo a la población, solo críticas al presidente AMLO, pero tampoco hace algo para cubrir los vacíos que está dejando el sector público.
No hay acciones de solidaridad, de generosidad, el sacrificio de un mínimo porcentaje de sus millonarias ganancias para fortalecer, por ejemplo, al Hospital de Soledad que ha destinado un piso completo para atender a los pacientes del coronavirus.
La mezquindad empresarial es palmaria que ni siquiera procuran a sus empleados, menos a la población en general, botellas de gel antibacterial o alcohol, están más preocupados por no perder ni un centavo ante la gradual suspensión de la mayoría de las actividades económicas.
No han convocado a una reunión de todas las cámaras para coordinarse con el gobierno de Carreras para lograr un mayor blindaje contra el avance del virus que está cobrando vidas.
Ninguna cámara anuncia la entrega de un apoyo en especie o numerario, entienden el aislamiento social, la sana distancia, como el privilegiar sus ganancias ante cualquier desgracia.
Ante la emergencia de salud pública, el nuevo dirigente de la CANACO, Juan Servando Branca Gutiérrez, solo tiene una preocupación, el consumo de bienes y servicios locales, ni una palabra sobre tender la mano a los necesitados, en la misma postura está el resto de los líderes empresariales guiados por el egoísmo y la utilidad máxima, sin importar los costos sociales, de vidas humanas.
LICITACIÓN AMAÑADA
En este tema de la avaricia empresarial, combinada con la estulticia municipal, está el proceso de licitación de las 50 mil luminarias, ya el diputado Eugenio Govea y otros están solicitando al ayuntamiento capitalino su cancelación y que los más de 350 millones de pesos a gastarse mejor se destinen a enfrentar el problema del coronavirus.
Ahora hay otras prioridades superiores al alumbrado público, que necedad de seguir con una licitación que de antemano es descalificada porque desde su convocatoria ya tiene un destinatario definido.
Señalado desde el trienio pasado como el principal beneficiario de este negocio de las luminarias, Carlos Torres Rodríguez ni acepta ni niega estar detrás de Traffic Light, como antes de PANAVI, se frota las manos al tener asegurada una ganancia fácil y sin riesgos porque el gobierno navista le confeccionó un concurso a modo.
A menos que quiera pasar a la historia como cómplice de este negocio fraudulento, la fracción panista está obligada a solicitar ante el Cabildo la suspensión de la licitación de las luminarias, también otras como la ampliación del puente Pemex y del puente en el periférico.
Las cámaras empresariales, tan celosas de la legalidad cuando les conviene, están solapando las irregularidades de la licitación de las luminarias, en el que también estaría participando el expresidente de la CANACO y camaleón partidista, Fernando Pérez Espinosa, agazapado al igual que Torres Rodríguez.