[Javier Padrón]
La pandemia sigue avanzando en la entidad potosina a la par del rechazo empresarial a las políticas económicas presidenciales, podría darse una huelga de pago de impuestos.
Ya vamos a la fase 3 y persiste la falta de insumos en hospitales públicos y de protección del personal médico y de enfermería, se augura una rebelión para no caer en la batalla como “moscas”.
Sin exagerar la crisis en curso ni el ánimo golpista de algunos sectores, la alta burocracia federal encabezada por el delegado Gabino Morales ni se inmuta.
Se mantiene de bajo perfil, como si supervisar la entrega de las pensiones bimestrales a los adultos mayores fuera su única responsabilidad, con ese espíritu tan laborioso lo más probable que sea removido porque le resta votos a la 4T.
En el otro extremo, el delegado metropolitano Leonel Serrato, como un dictadorcito, regaña a una señora que cometió la gravísima falta de hablar con otra cuando él estaba “presidiendo” la entrega de las pensiones. Por estas actitudes quedó en tercer lugar en la pasada elección de la alcaldía capitalina, y parece que no vio a AMLO expresarle sus respetos a la anciana madre del “Chapo” Guzmán.
Se desconoce si hay una línea presidencial para que los funcionarios federales no se muevan, no declaren —salvo en los medios que les echan porras— ni hagan el mínimo esfuerzo para ayudar a combatir la pandemia, o si de mutuo propio deciden verse como unos holgazanes que solo figuran cuando se trata de repartir apoyos sociales.
Hay bastantes problemas que requieren atención, no se ven acciones gestoras para resolver las carencias del sistema de salud; varios municipios, no solo los de la Zona Metropolitana, enfrentan problemas de abasto de agua potable.
Cada día crece el número de familias a las que se les agota el dinero y las provisiones de comida; de la situación de los pueblos originarios frente a la pandemia y el aislamiento, nada se dice, mejor la demonizada COPARMEX emprendió una campaña de recolección de fondos para garantizarles el acceso a los servicios médicos.
Esta exquisita burocracia de la 4T que se supone sería diferente a la prianista, a la que se veía inútil y ociosa, está actuando de peor manera. Gabino y Leonel hacen una mancuerna perfecta que de nada le sirve a los potosinos y menos en esta emergencia sanitaria.
Cuándo se ha visto al encargado de la Profeco, Carlos Rebolledo, hijo político descarriado del panista Alejandro Zapata, informar a la población sobre sanciones a abusivos comerciantes o prestadores de servicios, no ha encontrado a un solo acaparador de botellas de alcohol o cubrebocas; a la doctora Yolanda Camacho, delegada del Instituto Nacional de Migración, informar sobre acciones de seguimiento y revisión médica de los paisanos que regresan a su terruño y disminuir los riesgos de propagación del coronavirus.
Los representantes del gobierno federal están ausentes, los que salen al quite son el gabinete carrerista y los alcaldes, cada uno con su propia agenda política; y los empresarios locales solo truenan contra el Presidente AMLO, con Carreras y Nava tienen una relación óptima, no les exigen nada.