El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que en su país se han realizado más de 5 millones de pruebas de coronavirus COVID-19.
A través de su cuenta de Twitter, el mandatario estadounidense aseguró que “eso es más que cualquier otro país del mundo”.
Estados Unidos sobrepasó el viernes las 50 mil muertes a causa del coronavirus, cifra que dobla las estadísticas de Italia, el país más golpeado en Europa por la pandemia, en medio de las polémicas declaraciones de Trump que sugirió el uso de desinfectantes para tratar COVID-19.
“Yo veo que el desinfectante, que lo noquea (al coronavirus) en un minuto, un minuto, y si hay una forma de hacer algo como eso inyectándolo adentro (del cuerpo), casi como una limpieza”, dijo el gobernante en la rueda de prensa diaria del grupo trabajo de la Casa Blanca del coronavirus.
Rápidamente la firma británica Reckitt Benckiser, que fabrica el desinfectante Lysol, muy popular en EE.UU., y numerosos médicos y científicos advirtieron al público de no ingerir o inyectar este tipo de productos.
En un comunicado Reckitt Benckiser dejó en claro que, bajo ninguna circunstancia, sus productos desinfectantes “han de administrarse dentro del cuerpo humano (sea por inyección, ingestión o cualquier otra vía)”.
Este comunicado, explicó la empresa, se dio en respuesta a “recientes especulaciones y actividades en los medios sociales”.
Por su parte, el facultativo Craig Spencer, especializado en salud global en el Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, dijo al diario The Washington Post que le preocupa “que muera gente por esto”.
“Habrá quienes piensen que es una buena idea”, lamentó.
Por López-Dóriga Digital.