Felipe Morales
Cada entidad se precia de tener dinastías, familias que por tradición se han dedicado a la charrería; en la entidad potosina como en cada lugar se les llama de forma coloquial pero con estima: Los Elizondo, los Veloz, los Bravo, los Malo, Lárraga, los Carrera, los Flores.
A partir de hoy en Potosi Noticias abrimos una serie de narraciones de las dinastías potosinas, como un capítulo de la historia de la Charrería en San Luis, y recordamos a la familia bravo.
Don Miguel Bravo López, fue de los fundadores de la decana Asociación potosina de charros, era nada menos que compadre del pilar de la charrería en San Luis Potosí, el célebre Mayor José García Zamora edificador del Lienzo Rancho del Charro.
En el equipo de la Potosina Don Miguel Bravo era el calador y jinete. Casado con Doña Emelia Orta de Bravo, el matrimonio procreó a Miguel, Francisco, Juan Carlos, Gilberto, Marcial y María Dolores.
Todos se convirtieron siguiendo el ejemplo de su padre, en charros que han defendido los colores de sus equipos en el lienzo de la familia, denominado “La Labor”, enclavado en la campirana comunidad de Capulines, un tanto alejada de la mancha urbana- aunque irónicamente- poco a poco alcanzada por el propio urbanismo.
Estos equipos son: Fiesta Grande, también llamado “el equipo de los Hermanos Bravo” y cuando llegaron los nuevos integrantes de la familia se conformó el equipo: “El Quelite”.
Miguel, el mayor de los hermanos es padre a su vez de Miguel, Julián y Valentín, base del equipo conocido como “El Quelite” que se complementa con el hijo de Gilberto, Fabián.
Por su parte Marcial Bravo es padre de Pedro y Andrés, junto a Emiliano un sobrino, Francisco y Sebastián son el motor del equipo charros de Fiesta Grande.
Dolores, la única hermana practicó como buena integrante de “Los Bravo” la charrería, siendo integrante de una escaramuza, la del Refugio.
El Lienzo “La Labor”, la casa de la Familia Bravo ha sido sede de dos campeonatos estatales, el cuadragésimo segundo en el año 2013 y el cuadragésimo octavo en el año 2019.
Es sede además cada año del Torneo de la amistad a cuya convocatoria acuden equipos de gran nivel.
Fue asiento del Torneo Guadalupano y forma parte del Circuito de Verano siendo sede de una o dos fechas de este torneo veraniego; el año pasado fue escenario para la final ganada por el equipo del Refugio.
La Familia Bravo, fundada por Don Miguel y Doña Emelia Orta, raíces de un árbol genealógico cuyas ramas han crecido en la dirección correcta por su amor al deporte nacional y a nuestras tradiciones.