[Javier Padrón]
El huracán Hanna convertido en tormenta tropical es tan fuerte que derribó un tramo del muro de la ignominia que ha levantado Trump en la frontera norte y se ha dejado sentir en la entidad potosina.
Protección Civil del Estado reportó daños menores en la zona metropolitana, árboles caídos, vehículos varados en bulevares y en algunos casos arrastrados por la corriente con todo y conductor como ocurrió en Escalerillas, en el resto de la entidad solo se informa de arroyos crecidos.
La verdadera tormenta que se está asomando es de naturaleza política, el campo de batalla por la gubernatura sigue moviéndose con gran celeridad. En el PAN se arman alianzas para cerrarle el paso al alcalde Xavier Nava con la anuencia del dirigente Juan Francisco Aguilar, la intención es dejar solo a dos contendientes: Octavio Pedroza y Sonia Mendoza, una variante del 2015.
Por el lado del PVEM, donde el diputado Ricardo Gallardo es el único aspirante y algunas encuestas lo posicionan entre los punteros, se desayunó una amarga columna de El Universal que lo vincula con un grupo criminal y lo pone como un objetivo de Santiago Nieto, de la Unidad de Inteligencia Financiera; es un indicio claro de que otros grupos de poder lo quieren fuera de la contienda como ya se la aplicaron antes.
Los de Morena siguen en su ataraxia. Les resultó indiferente el anuncio de que el priista dinosaurio Carlos Jiménez Macías, luego que fue separado del consulado de Chicago en medio de los señalamientos del youtubero pejista Vicente Serrano de mal uso de los recursos, regresa por la puerta grande al servicio exterior nada menos que como ¡Ministro para asuntos políticos! de la embajada de México en España, como si no hubiera otro,
El canciller Marcelo Ebrard y su director de Cultura, Enrique Márquez, que están convencidos de haber sido esculpidos por mano divina, tendrán una convivencia cercana les guste o no con Jiménez Macías, a quien no dudaron en correr de Chicago y de pronto esta nueva orden de rescatarlo del desempleo, algunos la atribuyen a que votó en contra del desafuero de AMLO y éste es agradecido; o que es compadre de Alfonso Durazo, el secretario de Seguridad, vaya usted a saber.
La falta de cuadros propios, la inobservancia del servicio civil de carrera y un acuerdo político rodean el regreso del potosino al servicio exterior, ya se asume como un diplomático de carrera sin titubear, al igual que el joven “Boris” Lozano; cuando la mayor parte de su trayectoria es la de un legislador gris de la extinta maquinaria priista, ¿qué beneficio le representa al proyecto de la 4T? No se ve ninguno, es un político solitario, sin base social ni relaciones con poderosos, tampoco se espera que vaya a presentar una versión actualizada de la Doctrina Estrada, sin duda se volverá especialista del modelo español, de la cohabitación del PSOE y Unidas Podemos, con el símil del PriMor mexicano encarnado por él mismo.
Verlo como aspirante del PRI o de Morena a la gubernatura es un exceso, su momento pasó hace mucho. Las veces que quiso ser candidato estuvo lejos. La aparición de Horacio Sánchez como el nuevo hombre fuerte de la política potosina lo mandó a un largo exilio, como acabó con el poder de Alfonso Lastras, bajó de su nube a Juan Ramiro Robledo y al piloto aviador Jesús Ramírez Stabros lo mandó a volar de regreso a la CDMX.
Si Rosa Icela Rodríguez, huasteca egresada de la Carlos Septién, fue una posible aspirante de Morena a la gubernatura, hay que descartarla, AMLO la designó titular de Puertos y Marina Mercante, se impuso de nuevo la lealtad a la eficiencia, nada sabe de esa materia.
OFICINA ALTERNA EN EL EDIFICIO CENTRAL
Gerardo Aldaco, otro de los funcionarios estrella del gabinete carrerista, tiene tiempo de sobra para seguir en la grilla de la UASLP y parece tener una oficina alterna en el Edificio Central, al que acude con regularidad en horario laboral para saludar a su pupilo Óscar Patiño, presidente de la FUP y comentarle sobre el paisaje lluvioso.
La derrota de la arquitecta Lola Lastras no ha sido superada por quienes hicieron cuentas alegres y veían la UASLP como un botín a repartirse. De otro modo no se explica el interés de Aldaco de soliviantar a los estudiantes al menor pretexto, lo que empaña la relación respetuosa e institucional que se supone hay entre el gobernador Carreras y el rector Zermeño.