Jorge Ramírez Pardo
Luego de los consabidos meses de receso en los museos, el Palacio de Bellas Artes en la ciudad de México reabre sus galerías con la exposición “El París de Modigliani y sus contemporáneos”, con pinturas del artista italiano Amadeo Modigliani, uno de los más destacados del momento más vanguardista o innovador para las artes en el París de la primera mitad del siglo XX.
El libro “Diego de Montparnass” –biografía novelada de la estancia de Diego Rivera en París- escrito por el israelita/mexicano Oliver Debrois, refriere a la llegada de Modigliani a Francia, procedente de Italia, como a un hombre acaudalado que derrochó sus haberes y luego pasó carencias.
Esa visión contrasta con la d otros biógrafos que ven en Amadeo Modigliani a un hombre talentoso, con quebrantos de salud desde muy joven, contertulio de bohemias, con escasa fortuna económica y cotización de su obra en vida.
Lo sí coincidente en diversas visiones y películas acerca de la vida del artista es que estuvo en el epicentro de diversas corrientes vitales de renovación de las artes que tuvieron como epicentro la ciudad de París –dadaismo, cubismo, futurismo, surrealismo-.
Amadeo Modigliani, fue algún tiempo huésped de Diego Rivera y también departió e interactuó con personalidades como Max Jacob, Van Dongen, Picasso, Guillaume Apollinaire, Diego Rivera, Angelina Velof (esposa de Diego Rivera durante su estancia en Europa) Chaïm Soutine, Vicente Huidobro, Fernad Léger y otros personajes célebres. En Italia estuvo en varias academias de arte, y estudió a los artistas del renacimiento. Antes de ir a Francia (1906), en 1902 se inscribió en la Escuela libre del Desnudo, Scuola libera di Nudo, en Florencia ; circunstancia que influiría en su desarrollo artístico posterior de figuras alagadas de carga sensual, algunas de las más célebres de mujeres desnudas recostadas.
A su llegada a París, la ciudad es una efervescencia de búsquedas estéticas y experimentación y ello atraía a creativos de distintos confines; ahí tiene influencia de los franceses Toulouse-Lautrec, Paul Cézanne, el cubismo; y se acerca a las presencias extranjeras de la época azul del hispano Picasso, el austriaco Gustav Klimt y las estampas del japonés Utamaro.
La conjunción de todas las influencias aludidas lo lleva, sin embargo, a desarrollar un lenguaje propio, inconfundible, en el cual, sin embargo, no están presentes de manera evidente sus contemporáneos, sino, las figuras alargadas, inspiradas lo mismo enel Greco (1541-1614), que en esculturas primitivas africanas de cabezas con cuellos largos, narices agudas y ojos representados como contornos; elemento también presente en la pintura “Las señoritas de Aviñón” de Picasso.
Modigliani y Rivera en Montparnass
“Los artistas y los emigrados políticos, escribió Olivier Debroise, llegaban entonces a Francia en busca de libertad y de mayores facilidades de vida (…) obligados a refugiarse en los barrios periféricos de París. Monparnasse se volvió el getto (…) de los pintores atraídos por la cantidad de talleres amplios y baratos”. Fue el barrio de Marc Shagall, de Modigliani, Picasso, Diego Rivera; de escritores, intelectuales, músicos y luchadores sociales, incluidos Vladimir Ilich Lenin y los esposos Natalia y León Trotsky.
Diego Rivera compartía anhelos e ideas con Modigliani, y gusto por sorprender con sus búsquedas y experimentos plasmados en sus pinturas; Modigliani hablaba del porvenir del socialismo, Diego de la Revolución Mexicana y las hazañas de Emiliano Zapata; sensibles ambos a la intensidad de vida e inconformes con la sociedad de su tiempo. “En los días de mayor miseria, Amadeo encontró en el estudio de Diego Rivera un lugar donde calentarse e instalar su caballete”.
Entre noviembre de 1915 y mayo de 1916, Modigliani hizo varios retratos de Diego Rivera.
“Diego, como la mayoría de los pintores, trabajaba intensamente encerrado ensu taller, discutiendo con María Blanchard (pintora española) sin soltar su paleta y sus pinceles”. Modigliani instalaba, cerca de él su caballete y pintaba desnudos sin que nadie se molestara por ello.
La exposición
El diario la Jornada, en su edición del pasadojueves 3 de septiembre, así se refiere a la muestra de Bellas Artes: El vínculo entre los artistas Amedeo Modigliani y Diego Rivera es la fortaleza de la muestra El París de Modigliani y sus contemporáneos. (…) asegura Marc Restellini, curador de la exposición. Destaca que es formidable ver este microcosmos artístico que estaba en París y que va a tener proyección planetaria y conjuntó en 1914 a Modigliani, Rivera y Pablo Picasso en el Bateau Lavoir, este conjunto de talleres (…) Modigliani vivió de seis a ocho meses en ese estudio con Rivera. Se verá en esta exposición que el mexicano tuvo un interés en el primitivismo, en las máscaras africanas y también en el dibujo.
Cuando se revisan libros y fotos, agrega Marc el curador, se ve que hay puntos en común. Se sabe que hay vínculos entre ellos, pero en la confrontación entre una obra de Rivera y una de Modigliani es evidente. Nada remplaza esa confrontación y eso es lo que ofrece la muestra.
Despedida
Más allá de la leyenda Modigliani, tejida a partir de una existencia atormentada, vestida de anécdotas y edulcorada para encarecer el precio de su obra, Amadeo Modigliani es uno de los pintores más relevantes surgido a principios del siglo XX en Florencia y consolidadoen París entre 1906 y1920, año de su fallecimiento hace un sigloa los 35 años de edad. En vida sólo tuvo una exposición individual importante, misma que se canceló por el escándalo provocado por sus desnudos.