Siete muertos, cientos heridos de bala y varios puestos de policía destruidos dejaron las protestas en Bogotá que siguieron a la agresión policial a un hombre que falleció tras recibir en el suelo repetidas descargas con un arma eléctrica.
Las manifestaciones y disturbios estallaron la noche del miércoles en varios puntos de la capital colombiana y se extendieron a ciudades como Medellín y Cali.
Al menos tres de las víctimas en Bogotá murieron por heridas de bala, y entre ellas hay un menor de 17 años, informó la policía en rueda de prensa este jueves.
En la capital hubo fuertes choques que quedaron registrados en videos, y una cadena de ataques a puestos de mando conocidos como Centros de Atención Inmediata (CAI).
“Estamos frente a un acto masivo de violencia”, afirmó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo en rueda de prensa.
En Twitter la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó sobre 362 heridos: 248 civiles y 114 uniformados.
Entre los “ciudadanos heridos” hay 58 que fueron baleadas. “Hubo uso indiscriminado de armas de fuego. Estamos en hospitales acompañando a familiares y reconstruyendo los hechos”, agregó la mandataria.
Grupos de manifestantes denunciaron en redes sociales nuevos excesos policiales durante las protestas desencadenadas por la brutal muerte de Javier Ordóñez, un abogado de 46 años y padre de dos hijos.
El reporte del gobierno dio cuenta además de 56 puestos de mando “vandalizados”, así como 70 detenidos por daños y “violencia contra fuerza pública”.
La agresión que desató las manifestaciones ocurrió en la madrugada del miércoles en el noroeste de Bogotá, y fue filmada por un testigo y amigo de Ordóñez.
La secuencia de unos dos minutos muestra a dos efectivos cuando reducen a Ordóñez, a quien, ya en el suelo, le propinan al menos cinco descargas de varios segundos con un arma eléctrica.
“Ya, por favor, no más”, se escucha suplicar a Ordóñez en repetidas ocasiones. El hombre fue conducido luego a un puesto policial y de ahí a una clínica donde falleció.
SEGURIDAD REFORZADA
Las investigaciones y necropsia en curso deberán determinar si Ordóñez recibió más castigo en el CAI al que fue conducido, como sugiere su familia.
Los efectivos que detuvieron a Ordóñez ya fueron suspendidos, dijo el ministro de Defensa.
El caso evocó al del afroestadounidense George Floyd, quien en mayo murió asfixiado en Minneapolis a manos un policía blanco que desoyó sus suplicas mientras lo inmovilizaba en una detención.
Tras su deceso se desataron fuertes protestas en Estados Unidos que todavía se mantienen.
En el presunto homicidio que envuelve a uniformados colombianos todavía faltan varias preguntas por responder.
En una primera versión la policía dijo que los uniformados atendieron un llamado por desórdenes causados por consumo de alcohol. Ordóñez supuestamente agredió a los uniformados que respondieron empleando su arma Taser.
“Expresamos el dolor por la muerte de Javier Ordóñez y nuestro reiterado sentimiento de solidaridad con sus familiares. El gobierno nacional seguirá prestando toda la colaboración que requieran las autoridades competentes para que se esclarezcan los hechos a la mayor brevedad posible”, dijo Holmes Trujillo.
El jerarca anunció igualmente que reforzará el pie de fuerza en Bogotá con 1.600 policías y 300 militares.
No obstante el repudio del gobierno por la agresión policial, la alcaldesa López pidió una “reestructuración profunda y seria al interior de la policía”.
Según López, en lo que va del año se han presentado 137 denuncias por uso excesivo de la fuerza de la policía en Bogotá.
“Hay un problema estructural de casos de abuso policial y, además, impunidad”, se quejó la alcaldesa en declaraciones a la prensa.
Dos de los escándalos de este tipo que envuelven a uniformados ocurrieron en Bogotá.
En noviembre de 2019, Dilan Cruz, un joven de 18 años que participaba de una protesta antigubernamental, fue herido fatalmente en la cabeza con una munición de prdigones disparada por un miembro del escuadrón antidisturbios de Bogotá.
Y en agosto de 2011, un artista urbano identificado como Diego Becerra murió luego de que un policía le disparara mientras pintaba un grafiti en Bogotá.
Fuente: AFP.