El primer ministro de Irlanda, Micheal Martin, anunció que todo el país será reconfinado a partir de las medianoche del miércoles, y durante sies semanas, para enfrentar la pandemia de covid-19, siendo el primer país de la Unión Europea en tomar la medida. Sin embargo, las escuelas seguirán abiertas.
Con las nuevas restricciones, los bares y restaurantes solo ofrecerán servicios para llevar, se prohibirán todas las reuniones familiares y no se permitirán visitas a otros domicilios, mientras que los desplazamientos no esenciales, como paseos o salidas de ejercicio físico, se limitarán a un radio de cinco kilómetros.
“Pedimos a todos en el país quedarse en casa”, agregó Martin. Solo las personas con un empleo necesario tendrán “autorización para desplazarse al trabajo”.
Este confinamiento, menos estricto que el impuesto durante la primera ola, entrará en vigor este jueves y durará seis semanas, con vistas a levantar progresivamente las restricciones hacia principios de diciembre para dar un respiro a la economía de cara a las Navidades.
El gobierno de Dublín, de coalición entre centristas, democristianos y verdes, ya situó la alarma en el nivel tres del citado plan el pasado 7 de octubre, en contra, por primera vez, de las recomendaciones de su comité de expertos sanitarios, que pedía elevarlo hasta el cinco, el más alto.
Desde entonces, tres condados han pasado al nivel cuatro, debido a que lindan con la provincia británica de Irlanda del Norte, donde las autoridades ordenaron la pasada semana el cierre de pubs, restaurantes y comercios durante cuatro semanas y el de las escuelas durante quince días.
El marcado repunte en el número de casos de covid-19 en la última semana ha obligado al gobierno de Dublín a decretar en toda la República de Irlanda la máxima alerta, siguiendo finalmente las recomendaciones de sus asesores sanitarios.
El principal partido de la oposición, el nacionalista Sinn Féin, ha apoyado la decisión del primer ministro, y de sus socios conservadores y ecologistas, pero les pidió que las restricciones sean “justas, equilibradas” y que estén acompañadas por medidas de apoyo para los “sectores más vulnerables”.
Su líder, Mary Lou McDonald, recordó que, con su respaldo al gobierno, quiere contribuir “de manera muy directa a la cohesión social” y “reforzar la idea de que todos estamos unidos” en la lucha contra el coronavirus.
En ese sentido, la dirigente del Sinn Féin, segundo partido en Irlanda del Norte, también calificó de “inútil y peligroso” el hecho de que Dublín y Belfast sigan estrategias sanitarias diferentes, por lo que abogó por una única posición para toda la isla de Irlanda.
Fuente: AFP