Con varios meses de demora por la pandemia de coronavirus en Argentina, el presidente peronista Alberto Fernández anunció el martes la presentación ante el Congreso de un proyecto de legalización del aborto al cual se había comprometido al asumir hace casi un año.
“La criminalización del aborto de nada ha servido, sólo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes”, dijo el mandatario en un discurso grabado de siete minutos para anunciar el envío de la iniciativa largamente reclamada por el movimiento de mujeres argentinas. “La legalización del aborto salva vida de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas. No aumenta la cantidad de abortos ni los promueve”.
Vestido con una corbata verde, color que identifica a la campaña nacional por el aborto legal, Fernández recordó que “a lo largo de toda la campaña electoral, al momento de asumir la presidencia y al dar inicio a este período parlamentario tomé un compromiso con ustedes que hoy vengo a cumplir”.
Argentina, el país natal del Papa Francisco, penaliza a las mujeres y a quienes las ayuden a practicarse un aborto. Las únicas excepciones que contempla la ley son en caso de violación o riesgo para la salud de la madre.
Según cifras difundidas por el propio presidente, cada año se hospitalizan alrededor de 38 mil mujeres por abortos mal practicados. Desde 1983, en tanto, han muerto más de tres mil mujeres por la misma causa.
El presidente argentino mencionó como ejemplos a seguir los casos de la Ciudad de México y Uruguay, dos de los pocos lugares de la región en los que el aborto está permitido, en los cuales “disminuyeron los abortos y las muertes que causan”. En Oaxaca, Cuba y Puerto Rico, las Antillas y Guayana Francesa también está autorizado.
“El mundo mira a la Argentina”, manifestó Amnistía Internacional Argentina en Twitter tras el anuncio. “Disputados y Senadores: los derechos de las mujeres y niñas ya no puede ser postergados. El aborto legal es una cuestión de salud pública y derechos humanos”.
Con la mayoría de su población practicando la fe católica, en Argentina la despenalización tuvo su mayor avance en 2018 cuando obtuvo la media sanción en la Cámara de Diputados, pero no prosperó en el Senado. Fue la última de las ocho iniciativas presentadas en las últimas décadas por el colectivo feminista para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
Fuente: AP.