Marcela Loyola
Los operadores del transporte urbano siguen laborando bajo malas condiciones, debido a que no cuentan con las prestaciones de ley, les cobran las capacitaciones y trabajan más de 8 horas continuas, lo cual es un riesgo para ellos y la población.
Estas pésimas condiciones fueron reveladas en la investigación que realizó la Comisión de Transporte de Cambio Por San Luis, donde se tuvo un acercamiento con varios operadores de forma anónima, quienes manifestaron que requieren servicio médico, apoyo por enfermedad, brigada de salud en terminales, calendarización de mantenimiento de las unidades, jornadas de 8 horas, prestaciones, ergonomía, y capacitación adecuada y gratuita.
De acuerdo a los resultados de la indagatoria, “a los operadores, que son los que salen a realizar el trabajo, poco o nada se les reconoce por parte de los concesionarios. Para algunos ni siquiera hay la posibilidad de tener seguro social. Al contrario, se les usa para confrontar al pasaje cuando los concesionarios alzan la tarifa”.
Los propios operadores señalan que necesitan mejores condiciones de trabajo, “porque actualmente son tratados como esclavos modernos por sus empleadores, por ello piden que los concesionarios se apeguen a la ley en cuanto a la cantidad de horas que puede y debe trabajar ininterrumpidamente cada operador porque las jornadas que hacen representan un riesgo de salud para ellos y un riesgo de accidente que involucra al pasaje”.
Además, los operadores hacen la sugerencia de crear algún programa para llevar un camioncito con médicos a las terminales de forma aleatoria para monitorear la salud de los operadores, quienes por la calidad sedentaria de su labor tienen padecimientos como hipertensión, diabetes, entre otras enfermedades asociadas a las horas que le invierten a su trabajo”.
También, denunciaron que cuando un operador reporta una falla, el permisionario no lo resuelve inmediatamente y la unidad se deteriora más. Son los operadores quienes se preocupan por la unidad porque es su instrumento de trabajo.
“Los permisionarios no deben retirar los sistemas anticontaminantes a las unidades, y menos si es por estética o comodidad. No les interesa si andan como chimeneas, como ellos no son los que conducen. Es una pena que no tengan tantita honestidad en ese sentido y que le impongan al operador andar contaminando”, revelaron.
Agregaron que los vehículos se deben calentar 5 minutos y no media hora como antes, ya que esto ahorra emisiones contaminantes y combustible, pero hay quienes no saben esto y siguen contaminando cada día, por lo que insisten falta mucha capacitación.
Indican que algunos operadores retiran el silenciador y acomodan el escape para que suene como tráiler, lo cual no debe ser porque es contaminación auditiva. Además, el operador necesita que se cuide la ergonomía de su pequeño espacio de trabajo, ya que hay riesgo de accidente si no se toma en cuenta este aspecto.
Por último, con respecto a los centros de verificación para el transporte público, puntualizan que no hubo ni ha habido,
“es pura cobradera sin sentido, pura corrupción por aquí y por allá nomás para robar. Y ahorita no hay operadores y es así porque todos están buscando la manera de subsistir y se van al transporte de personal. Acá en el transporte urbano no tienen ninguna prestación. Tienen que mantener a la familia y se van a otros lados y otros empleos porque no hay trabajo por la pandemia”.