Jorge Ramírez Pardo
Nació en Guanajuato un 10 de febrero, hace 100 años, y se fue hace más de medio siglo.
Quien tuvo el privilegio de visitar la casa del grabador Octavio Bajonero en la ciudad de México –antes de la donación de colección para el Museo de la Muerte en Aguascalientes- (https://potosinoticias.com/2021/01/11/octavio-bajonero-forjador-de-creativos-y-colecciones-de-arte/), se podía topar en la estancia principal pletórica de obras de arte, con el grabado de gran formato y buen montaje de El niño chamula, grabado de Celia Calderón, maestra de Bajonero en la Academia de San Carlos. Y de ella hablaba con admiración.
El mundo indio y mestizo mexicano fue la fascinación y tema recurrente en la obra artística de Celia Calderón, de enfoque singular creativo y rigor técnico.
Su pertenencia a la denominada Escuela mexicana es inconfundible, impulsada por los muralistas mexicanos José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros -llamados “los tres grandes” de la primera generación- abreva inspiración y da continuidad a la obra plástica de otras mexicanas que le anteceden en la expresión plástica o se trascienden a su generación. A varias de ellas y temas colaterales, Potosí Noticias ha dedicado textos con ilustraciones:
- Isabel Villaseñor: https://potosinoticias.com/2020/05/19/creativas-mexicanistas-iv-isabel-de-los-lenguajes/
- Frida Kahlo
- María Izquierdo: https://potosinoticias.com/2020/05/10/creativas-mexicanistas-se-hacen-visibles-i-maria-izquierdo/
- Olga Costa: https://potosinoticias.com/2020/05/11/creativas-mexicanistas-se-hacen-visibles-ii-olga-costa/
La construcción artística de Celia
Destacó como dibujante y grabadora, pero también pintó e hizo acuarelista.
En 1942 ingresó a la Escuela Nacional de Artes Plásticas y a la Escuela de las Artes del Libre, donde aprendió grabado en el taller de Francisco Díaz de León.
A partir de 1946 fue la primera maestra en la Academia de San Carlos.
En ese mismo año fundó, junto con otros compañeros, la Sociedad para el Impulso de las Artes Plásticas.
En 1950 obtuvo una beca para estudiar en la Slade School of Art de Londres, financiada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Instituto Británico.
Como grabadora, elaboró xilografía y litografía, y debido a su excelente trabajo fue admitida en la Sociedad Mexicana de Grabadores en 1947
En 1949 fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana dos años más tarde.
En 1952 se incorporó al Taller de Gráfica Popular, un colectivo de grabadores fundado en 1937 por Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins y Luis Arenal Bastar. Fue reconocida por el destacado creador de gráfica Leopoldo Méndez como artistas que se caracterizaron por una gran personalidad artística.
El reconocimiento de sus compañeros le valió ser elegida para viajar y estudiar en la Unión Soviética y en la República Popular China. Además de exponer en el Centro de Artistas de Pekín, conoció los talleres de varios artistas chinos prominentes, con quienes trabajó.
En 1955 ganó el Salón de Otoño del Salón de la Plástica Mexicana.
En 1963, junto a Elizabet Catlett y Mercedes Quevedo conformaron la directiva del Taller de Gráfica Popular.
Su obra fue presentada en diversos lugares de México, Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y varios países europeos. Colecciones particulares como la de Andrés Blaisten en México, cuenta con obra gráfica suya y óleos de gran calidad, entre los que destacan La familia (1948), Niñas Chinas (1958) y Maternidad (1960).
Varios de sus alumnos la describen como una mujer de carácter fuerte, exigente, pero al mismo tiempo comprometida con la docencia. Murió de manera trágica el 9 de octubre de 1969, en la Academia de San Carlos en la Ciudad de México.
Celia, te faltó tiempo… llevabas prisa
Celia Calderón, de intensidad en su expresión artística, en el arte encontró salida de tormentos interiores que le asediaban. Por ello, decidió quitarse la vida el 9 de octubre de 1969 en la Academia de San Carlos donde daba clases y fue la primera mujer docente.
Le faltó tiempo –tenía prisa para dejar de vivir- porque realizó en distintos momentos pinturas y grabados que se salían del rigor retratista narrativo y, sin renunciar a lo figurativo narrativo, exploraron otras formas y temáticas, e incursionan en el drama y el arte conceptual. Tal es el caso de los grabados Exterminio1960, Desolación 1960, alguno no identificado (se vela a un enfermo), y Muchacha 1968.
Los homenajes y la permanencia
Algunos de sus alumnos le han rendido homenaje, a través de la misma pintura. Es el caso de las dos primeras imágenes que anteceden este párrafo.
En 2017 Fernando Alba Aldave, grabador, arquitecto, pintor y autor del libro La estampa en la Academia de San Carlos / Escuela Nacional de Artes Plásticas (1910-2010), en entrevista al diario La Jornada, a propósito de la presentación del libro, comentó lo siguiente: En México no acabamos de valorar la gráfica porque la vemos como algo cotidiano; aun los estudiantes, no piensan en la dimensión de esta expresión artística y cómo se nos reconoce por ella en el extranjero.
La Jornada, por cierto, ilustró la entrevista mencionada con la imagen de la cara de una niña, creación de Celia Calderón.
Alba, quien es profesor de grabado en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, agregó: tomamos a la gráfica como algo cotidiano, como ir a comer un tamal o un taco; pensamos que es lo más normal del mundo, pero de pronto nos damos cuenta de que en la gastronomía internacional la comida mexicana tiene un alto nivel y que ya es patrimonio de la humanidad. Bueno, pues la gráfica podría muy bien ser reconocida como ese estatus.
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Por lo informado aquí y las imágenes mostradas, Celia Calderón a 100 años de haber nacido y a 52 años de su partida, trasciende tiempo y espacio., dentro de la mexicanidad en el arte mexicano y más allá de ella.