Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), organización fundada por Claudio X. González Guajardo, utiliza un entramado muy parecido al empleado por las empresas factureras para la evasión fiscal, aseguró Raquel Buenrostro, jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Reveló que mediante ese mecanismo –denunciado por el gobierno federal como una vía para la evasión fiscal– en la organización MCCI “meten nóminas de personas inexistentes, servicios que no existen y donativos que no son donativos, sino transferencias para otro tipo de acuerdos”.
Grupos relacionados con X. González han interpuesto amparos contra algunas de las obras y decisiones impulsadas por el actual gobierno, como el Aeropuerto Felipe Ángeles, que se construye en Santa Lucía. MCCI es frecuentemente señalada por el presidente Andrés Manuel López Obrador como impulsora de los opositores al actual gobierno.
En declaraciones de ayer, Buenrostro sostuvo que el SAT ha detectado que fundaciones como MCCI tienen un esquema de evasión fiscal muy parecido al de las factureras.
Todo se revisa, incluso en causas filantrópicas, como es el caso de la salud, con el problema que tenemos ahorita. “Hay cosas impresionantes”, añadió en declaraciones a una estación de radio.
Se ha identificado a fundaciones que supuestamente donan un equipo a un hospital; cuando el SAT revisa, resulta que el hospital no lo incluyó en sus activos porque fue prestado sólo por dos meses y luego lo mandan a otro hospital y luego a otro y a otro, apuntó. Entonces, las fundaciones hacen acreditables cuatro facturas en lugar de una y al final del día les regresan el equipo, añadió.
Este tipo de organizaciones de “labor social” se presta mucho a esconder servicios. En la revisión del SAT se detectan patrones, como en el caso de MCCI, en muchos casos las asociaciones que hacen trabajo social meten facturas o tienen en nómina gente con conflicto de interés, declaró.
Raquel Buenrostro rechazó que haya persecución contra MCCI.
“Yo diría que se sienta perseguido el que no se porta bien. El que se porta bien que duerma tranquilo y el que no paga impuestos que se preocupe, porque tiene que pagar. No hay persecución, hay aplicación de la ley”.
Con información de La Jornada