Tom Brady y Tyrann Mathieu protagonizaron un partido aparte. El quarterback de los Tampa Bay Buccaneers entró en un juego personal con el safety de los Kansas City Chiefs y estuvo a punto de llegar a los golpes, tras un ida y vuelta de provocaciones y respuestas.
Brady, el líder y referente de los Buccaneers, conectó tres pases de anotación en la primera mitad del Super Bowl LV y, después de un intercambio verbal con Mathieu, se fue a los vestidores sacando chispas, luego de un constante desafío del defensivo.
Mathieu provocó a Brady con gestos, señales y un peligroso choque de cascos, en el que tuvieron que intervenir los árbitros del partido para separarlos y evitar un conato de bronca. En efectividad, sin embargo, el quarterback de Tampa no tuvo contestación.
Los Chiefs llegar al medio tiempo con una losa pesada en el marcador (9-21) y el desafío de gestar una sorpresa ante los Buccaneers, que fueron ampliamente superiores desde el primer cuarto. A pesar de las distancias, el duelo individual de Brady y Mathieu echó lumbre durante gran parte del juego.
Y poco importó que los locales llevaran ventaja. Porque Brady, fastidiado por el acoso, lo fue a buscar en un par de ocasiones para ponerle un alto.