El ex presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue condenado hoy a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, lo que le convierte en el segundo ex inquilino del Elíseo en ser sentenciado a una pena de cárcel.
El tribunal de París dictaminó que hubo un “pacto de corrupción” entre el mandatario de 66 años, su abogado habitual Thierry Herzog y el ex magistrado Gilbert Azibert, que fueron condenados a la misma condena.
La fiscalía había solicitado una pena de cuatro años de prisión, dos de los cuales firmes, alegando que la imagen presidencial se había visto “afectada” por este caso. Sarkozy fue condenado por haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando éste era juez del Tribunal Supremo.
Según los antecedentes de la acusación, el ex mandatario de Francia buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el denominado caso Bettencourt.
A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que éste aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo consiguió. Nicolas Sarkozy es el segundo ex presidente de Francia en haber sido condenado por la justicia.
Antes de él, solo Jacques Chirac, su antecesor y mentor político, fue juzgado y condenado por malversación de fondos públicos cometida cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte.
La histórica condena a Sarkozy, que puede apelar la sentencia, se produce dos semanas antes de que se abra otro proceso en el que está implicado el ex presidente, el de las presuntas irregularidades sobre la financiación de su campaña para las elecciones presidenciales de 2012.
¿Quién es Nicolás Sarkozy?
Nicolás Sarkozy, nacido el 28 de enero de 1955 en París, gobernó Francia entre 2007 y 2012, es hijo de un migrante húngaro que cuenta con una larga experiencia como abogado.
Su campaña por la carrera presidencial en ese país es considerada como un proceso ardido, que atrajo la atención de los jóvenes votantes, los trabajadores de fábricas y a los sectores de centro, quienes se sintieron reflejados al ver que él tenía una historia más alejada de la elite política.
Sin embargo, sus cinco años como presidente de Francia, fueron más marcados por una crisis económica, su cuestionado estilo de vida e incluso su relación con la farándula del país, tras ser pareja de la cantante y modelo Carla Bruni.
En 2012 buscó la reelección, pero la mayoría de la ciudadanía francesadecidió por su rival Francois Hollande. Muchos se cansaron del estilo estilo duro y fuerte de su discurso, el cual prometió bolsillos con dinero en 2007, tras ver que en cinco años se determinaron medidas de corte más impopular.
Precisamente, entre las determinaciones del gobierno de Sarkozy, estuvieron el aumentar la edad de jubilación de 60 a 62, flexibilizar la semana laboral de 35 horas, dar a las universidades una mayor autonomía y ajustar el sistema impositivo para alentar las horas extras y la propiedad de la vivienda.
En algún momento de su campaña, Sarkozy se vio obligado a pedir disculpas a francesas y franceses luego de revelarse que tras su victoria electoral en 2007 se fue a un lujoso restaurante a celebrar con varios amigos millonarios.
Sarkozy, un abogado de formación, construyó su base política como alcalde del lujoso barrio parisino de Neuilly y ganó la atención nacional al dar grandes pasos dentro de un jardín de infancia para rescatar a niños tomados como rehenes.
Se convirtió en la mano derecha del primer ministro Edouard Balladur entre 1993 y 1995, sirviendo como ministro de presupuesto y portavoz de la poco exitosa campaña presidencial de Balladur, dándole la espalda a su antiguo mentor, Jacques Chirac.
Cuando éste último ganó en 1995, Sarkozy pasó siete años en el desierto político. Volvió a la política como un fuerte ministro del Interior en el período 2002-2004 y 2005-2007, desempeñándose como ministro de Hacienda entre 2004-2005, cuando ganó el control del partido gobernante UMP contra los deseos de Chirac.
Con información de Milenio