Javier Padrón
Parece que con su programa Latinus, Carlos Loret de Mola vino a hacerle un favor al ausente Ricardo Gallardo que declinó la invitación, se le mencionó de todas las formas negativas posibles en las entrevistas que les hizo a Octavio Pedroza y Mónica Rangel con el ánimo de liquidarlo y el efecto fue contrario al buscado: se le ratificó como el candidato a vencer por su favorable posición en el proceso electoral y por la leyenda negra que se le ha construido.
Quien haya documentado a Loret de Mola sobre la elección potosina y sus actores políticos principales, le puso el siguiente escenario: Gallardo está cerca de ganar la gubernatura y es una de las opciones del Presidente AMLO, con el que el PVEM tiene una alianza federal; a Pedroza le falta garra, “ha sido tibio”, no le son suficientes los cuatro partidos que lo postulan para darle una mejor pelea al “Pollo”, y Rangel, digamos la opción oficial de AMLO, está perdida.
El periodista, convertido en uno de los paladines de la oposición de derechas, odiado por la 4T que no deja de llamarlo #LordMontajes, raspó al gobernador Juan Manuel Carreras, se le culpó, en la entrevista a Pedroza, de dejar crecer a la gallardía. El panista dio muestras de una distancia crítica frente a Carreras, sería el camino ideal que le permitiría un mayor crecimiento electoral y sacudirse la sospecha de un tutelaje palaciego que lo acota.
Por algo se afirma que los dirigentes nacionales del PRI y PAN, estarían más molestos que Pedroza con Carreras, por haber lanzado a Mónica como su candidata en Morena, un duro desdén a la coalición Sí por San Luis Potosí.
Con la doctora Rangel, Loret de Mola fue caballeroso, terso, no le planteó las denuncias en su contra por su paso en la Secretaría de Salud; y ella, a diferencia de Pedroza, declinó señalar que Gallardo fuera narco, dijo que eso le corresponde decirlo a las instancias competentes.
Hasta ahora Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, ni el fiscal federal Alejandro Gertz Manero han procedido en contra del candidato del PVEM-PT como anunció que en unos días sucedería el columnista Salvador García Soto. Al no darse esta cruzada judicial que lo sacaría de la contienda, en la visión de Loret de Mola se confirma que “El Pollo” es una de las dos fichas de AMLO.
Ya no hubo tiempo o se le pasó hablar del indicio concreto del pacto de la 4T con la gallardía, las candidaturas a diputados federales en alianza con Morena, ante la apatía del dirigente estatal Sergio Serrano de levantar una estructura propia, la izquierda potosina sigue anclada en el pasado, ociosa y centavera, un ejemplo: Domingo Rodríguez Martell, exalcalde de Tanlajás por el PRD, con un pasado guerrillero, le alzó el brazo al panista Pedroza.
DON CARLOS, EL ABUELO DE LORET
A mediados de la década de los 50 del siglo pasado en San Luis Potosí, Carlos Loret de Mola, abuelo del entrevistador que vino a calentar la elección potosina, dirigía “El Heraldo”, trinchera antisantista y se quedó sin reporteros que le renunciaron por amenazas del gobierno de Ismael Salas; por cuestiones de seguridad el director vivía en la azotea del periódico y después se tuvo que ir, su vida estaba en riesgo, contribuyó a prender la mecha que acabaría con el cacicazgo santista. La trayectoria del nieto es menor.
EMBESTIDA CONTRA PRIMO
Alejandro Rojas, la sombra de Ricardo Monreal, se fue directo contra Primo Dothé Mata, “ambicioso vulgar”, “miserable”, “traidor”; palabras más palabras menos lo consideró una marioneta del exgobernador Horacio Sánchez y a la vez lo ubicó, contradictoriamente, cercano al gallardismo: en Morena aseguran que anduvo en tratos con el PVEM para dar el bandazo cuando se dio cuenta que no le dieron el trato que pensaba merecer por su presencia en la Huasteca profunda.
A Primo le están calentando la cabeza, podría reaccionar en la misma proporción de cada golpe que le están asestando, lo están obligando a ello, en su natal Tamazunchale y municipios cercanos, donde sus candidatos han sido ninguneados por Morena, le pueden hacer un boquete a la doctora Rangel.
Como senador, Primo les quedó a deber a las y los potosinos, su desempeño fue gris, nunca se le vio en la tribuna denunciando corrupción o defendiendo a los indígenas de la Huasteca. Al menos se le reconoce que no se aferró a la jugosa dieta legislativa si se hubiera declarado senador independiente o del verde o de algún otro partido.