Javier Padrón
En una transmisión en vivo a la una de la tarde y en su vehículo en movimiento, el gobernador electo Ricardo Gallardo informó que el abogado José Guadalupe Torres Sánchez será su secretario general de Gobierno.
El anuncio fue sorpresivo e inusual, rompió con la ortodoxia prianista y con la regla no escrita de guardar los nombres de los principales funcionarios del nuevo gabinete hasta horas antes de asumir el poder como lo hicieron sus antecesores que, por lo general, para apaciguar las ansias filtraban algunos nombres en las columnas periodísticas más leídas, y luego se hacía la presentación oficial de todos los integrantes como parte del rito del “besamanos” en Palacio de Gobierno.
Faltan tres meses para que Juan Manuel Carreras le pase la estafeta y menos de un mes para que inicie el proceso de entrega-recepción, parece prematuro sacar esta primera carta de su gabinete, el segundo cargo en jerarquía, expuso así a Lupe Torres a un golpeteo innecesario de medios y adversarios que están al acecho de cualquier error que cometa “El Pollo” Gallardo.
De inmediato se asoció a Lupe Torres con el escándalo de la “ecuación corrupta”, cuando fue miembro de la pasada legislatura, aunque es cierto que no ha enfrentado el mismo rigor de la justicia como ha sido el caso de varios panistas, cuya carrera política entró en una pausa indefinida por recurrir a empresas fantasma, falsificación de firmas de supuestos beneficiarios de apoyos sociales y hasta de ya fallecidos. De todos modos se verá obligado a aclarar cuál es su situación legal.
Lupe Torres es un gallardista puro, fue regidor y secretario general del ayuntamiento de Soledad, abogado por la UASLP y con maestría en derecho penal acusatorio; es muy cercano al “Pollo” Gallardo, son de la misma edad, lo que podría ser una tendencia en la conformación de su gabinete, hombres y mujeres que le han sido leales desde el surgimiento del gallardismo.
Empero, en la misma transmisión en vivo dejó abierta la posibilidad de que podría traer funcionarios de fuera, “grandes intelectuales y grandes empresarios del país”, sería un grave error si se decanta por una legión extranjera dominante en el gabinete, sería pasto inflamable para la oposición. Si el gallardismo quiere trascender más de un sexenio en el poder, tiene que echar mano en su mayoría de cuadros potosinos capaces y talentosos. Ya no son los tiempos de Carlos Jonguitud.
“El Pollo” además anunció que dio inicio a una gira de agradecimiento por el estado y se reunirá con todos los alcaldes electos sin distingos de partidos para ir definiendo proyectos de obras. Gobernadores electos de otras entidades traen otra dinámica, como los de Zacatecas y Nuevo León, al margen de la fecha de inicio de la entrega-recepción se han reunido con el gobernador saliente en el Palacio de Gobierno de esos estados para tomarse la foto y reafirmarse como ganadores, mostrar concordia y civilidad, y acelerar el ocaso de los que se van.
Ya se han reunido Gallardo y Carreras, pero ha sido en privado, ni siquiera hubo constancia de ello, no hubo foto ni boletín de prensa. Con la intención de alimentar la incertidumbre del triunfo gallardista y darle alas a la impugnación octavista, los asesores de Carreras le habrían aconsejado que demorara lo más que pueda un encuentro público en Palacio, y que se esperara al inicio formal de la entrega-recepción.
Esta descortesía de Carreras que pretende seguir marcando la agenda cuando fue derrotado de manera abrumadora al jugar con dos candidaturas, se ve compensada por el puente que ha levantado con Gallardo al incluir a la abogada Silvia Torres Sánchez, hermana de Lupe, en una de las ternas para ocupar una magistratura en el Poder Judicial del Estado.
Esa terna ya fue rechazada por la Legislatura. Despistada o no, la diputada expanista Sonia Mendoza, aliada del PVEM, fue de las que votó en contra, ante el ascenso de Lupe a lo mejor cambia de opinión y se cuadra.
DEMANDA CONTRA EL CENTRO DE LAS ARTES
Lo que faltaba, el Centro de las Artes (CEART) perdió la demanda por el plagio de la marca del Festival Internacional de Cine en San Luis Potosí. La entonces directora del CEART, Laura Elena González, ya en el sexenio carrerista, hizo caso omiso al reclamo de los organizadores del festival, el problema se originó con los funcionarios torancistas Mireya Bernal y Arturo Castillo. El abogado Hafid Soto Sánchez publicó una primera parte de la historia, disponible aquí: https://bit.ly/3vQ9qAY