En junio, los amantes de la astronomía en México se perdieron el eclipse anular de Sol, que tuvo lugar el día 10 y solo pudo apreciarse desde algunos puntos de América del Norte, Groenlandia, Europa, Rusia y China. Sin embargo, el mes no ha terminado todavía, y nos regalará otros eventos celestes a modo de compensación.
El fenómeno más destacado será la superluna de fresa, que ocurrirá el próximo jueves 24 de junio. Según la NASA, los nativos mexicanos la llamaron así porque coincide con la temporada de cosecha de fresas, que se restringe al sexto mes del año.
Según explicó a Infobae México Raúl Mújica, astrónomo del INAOE, una superluna se produce cuando el satélite se encuentra en fase llena y a la vez se ubica muy cerca de su perigeo, es decir, del punto de su órbita más cercano a la Tierra.
“No es un término que astronómicamente se utilice pero se ha vuelto muy famoso. Simplemente es una Luna llena que sucede cerca del perigeo, que es el punto de la órbita de la Luna más cercano a la Tierra. Al más lejano se le llama apogeo”, indicó el experto.
La esfera gris perla alcanzará su mínima distancia con nuestro planeta el miércoles 23 de junio, ubicándose a unos 360,000 kilómetros. Un día más tarde continuará muy próxima al perigeo; entonces ocurrirá la superluna de fresa, y el disco del satélite se verá un 7% más grande y un 15% más brillante de lo normal. Será la última superluna que veremos este 2021.
Te explicamos a continuación los pasos para verla desde México:
Paso 1: Fecha del evento
La superluna de fresa podrá verse desde México en el atardecer del jueves 24 de junio. El Instituto Nacional de Astronomía señala en su anuario que la fase llena ocurrirá a las 12:20, hora del centro de México.
Paso 2: cuánto tiempo podrá verse
Según el Comité Nacional Noche de las Estrellas, el satélite terrestre se elevará durante el atardecer hacia el horizonte este “con toda la cara visible iluminada”.
“Permanecerá en el firmamento el resto de la noche. Esta será una de las lunas llenas más brillantes del año”, agregó.
Comenzó el verano
Junio nos trajo otros eventos astronómicos importantes. El domingo 20 de junio ocurrió el solsticio de verano en el hemisferio norte, un fenómeno astronómico que puso fin a la primavera y marcó el inicio de la nueva estación.
Según el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional de México (UNAM), el solsticio ocurrió concretamente a las 21:32 de la noche -hora del centro del país-.
¿Por qué ocurre el solsticio?
El eje de la Tierra es un polo imaginario que atraviesa nuestro planeta de arriba a abajo. Como sabemos, nuestro mundo gira sobre esa línea imaginaria, completando una vuelta en 24 horas, y esto da lugar a los días y las noches.
De acuerdo con la NASA, este eje terrestre está inclinado siempre 23,5º con respecto al Sol. Esta posición provoca que las cantidades de luz solar que recibe cada región de nuestro planeta sean diferentes a medida que el planeta se desplaza por su órbita.
Cuando el Polo Norte apunta hacia el astro rey, el polo sur se inclina en dirección opuesta. Esto hace que en nuestro hemisferio comience el verano, y en la zona sur, el invierno.
“El solsticio de verano en el hemisferio norte es un instante en que el polo norte de la Tierra apunta más directamente hacia el Sol que en cualquier otra época del año”, explica la NASA.
El próximo 20 de junio el polo norte alcanzará su máxima inclinación hacia el astro rey, por lo que recibirá durante más tiempo los rayos del sol, haciendo que el día 21 sea el más largo del año, y la noche, la más corta. Sin embargo, esto no implica que vaya a ser la jornada más calurosa. Aunque la Tierra sí absorberá gran cantidad de luz solar ese día, los océanos tardan en calentarse, y la diferencia de temperaturas no comienza a apreciarse hasta semanas después, entre julio y agosto.
“Los océanos son lentos para calentarse y permanecen frescos, resultando esto en una influencia moderadora sobre las variaciones de temperatura”, explica la agencia espacial estadounidense en su sitio web.
Tampoco significa que nuestro mundo se encuentre más próximo al Sol. De hecho, la Tierra alcanza su punto más cercano a la estrella en enero.
“La Tierra está lo más cercana del Sol entre el 3 y el 5 de enero. La diferencia es un pequeño por ciento de distancia, demasiado pequeña para ser vista”, indicó la NASA.
De esta forma, el solsticio de verano en el hemisferio norte solo implica que esta zona de la Tierra está más ladeada hacia la estrella. Por ello recibe más luz solar y aumentan las temperaturas con el paso de las semanas.
Conjunción de la Luna y Saturno
Además, el domingo 27 de junio podremos contemplar desde México la conjunción de la Luna y Saturno. De acuerdo al Instituto de Astronomía de la UNAM ocurrirá a las 04:30 de la madrugada, y se podrá apreciar a simple vista, sin necesidad de utilizar instrumentos profesionales de observación. Esto siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan.
Con información de Infobae