Un hombre veterano de la Marina Real de Reino Unido, que fundó un santuario de animales en Kabul, se niega a abandonar Afganistán hasta que su equipo de trabajo y los casi 200 animales de su santuario estén a salvo. Busca salir del país en un avión de carga y unirse con otras organizaciones.
Paul “Pen” Farthing ha dicho que no dejara atrás a sus empleados y sus animales para “sufrir el destino” que Occidente les ha impuesto. Este hombre fundó la organización benéfica Nowzad en 2007 para rescatar a animales callejeros, y al momento tienen 140 perros, 60 gatos, 12 burros, una cabra, dos caballos y una vaca.
Farthing se desempeñó como infante de Marina Real durante 22 años, peleó en la provincia de Helmand en 2006 y un año después estableció el refugio, que lleva el nombre de su primer perro de rescate.
Desde entonces, ha formado una plantilla laboral con más de 25 ciudadanos afganos, incluidas tres de las primeras veterinarias de Afganistán. Su clínica capacitó a las primeras especialistas completamente calificadas de aquel país, pero ahora teme por su futuro.
Busca que sus animales y empleados sean evacuados
Dijo que quería que ellos y sus familiares directos fueran evacuados con él y aceptados como refugiados en el Reino Unido.”Mi personal no se merece el destino que les espera si se quedan aquí en Afganistán”, dijo Farthing a Reuters en una entrevista desde Kabul.
Además, Paul advirtió que el santuario de animales podría enfrentar represalias, porque fue financiado con ayuda extranjera.
Bajo su gobierno anterior a fines de la década de 1990, los talibanes prohibieron trabajar a las mujeres. También desaprobaban a los perros como mascotas; muchos musulmanes los consideran inmundos.
Un portavoz de los talibanes no respondió de inmediato a una pregunta sobre si los afganos podrían seguir trabajando para ONG extranjeras. Farthing dijo que el sentimiento en su comunidad era tranquilo, a pesar de que los talibanes se mudaron al vecindario y patrullaron la calle. Su comportamiento no había sido “demasiado hostil”, agregó.
Una campaña de recaudación de fondos para pagar el traslado de los animales en un avión de carga superó su objetivo de 200 mil dólares, pero no hay un pasaje seguro al aeropuerto.
“Mi problema no es el avión de carga, eso es lo fácil. Está llegando al aeropuerto. Hasta que Estados Unidos y Gran Bretaña obtengan el acceso a ese aeropuerto, ¿cómo se supone que haga que 71 miembros del personal pasen por allí, y mucho menos dos camiones llenos de perros y gatos?”, dijo para la The Times of India.
Con información de: Heraldo de México