Javier Padrón
En su alegato contra el retiro del PRI de la impugnación del triunfo de Ricardo Gallardo, el panista Octavio Pedroza recurrió a la mitología griega, a un pasaje de las Guerras Médicas, la traición de Efialtes (“La pesadilla”), un pastor deforme, que permitió al rey persa Jerjes derrotar al rey Leónidas y sus 300 espartanos en la batalla de las Termópilas (“puertas calientes”).
Los interesados en abundar en el tema pueden acudir a la Historia de Heródoto y a esa obra contemporánea Viajes con Heródoto del periodista polaco Ryszard Kapuscinski, lectura muy provechosa para los que sobrevivimos de la reporteada, incluso a la exitosa película 300, basada en la novela gráfica de Frank Miller.
Con esa referencia histórica, la furia de Pedroza se templó en dos cuartillas y fue innecesario aludir por su nombre al traidor, es del dominio público a quien le entregó su confianza y futuro político hoy nebuloso:
“Agotaremos nuestros recursos legales hasta el final. […] No sé si otros podrán hacer lo mismo, no sé si algún EFIALTES tendrá que bajar la cabeza con la carga de haber permitido que su pueblo fuera asaltado a traición”.
Mal actor, el deslinde del gobernador Juan Manuel Carreras solo espesó su responsabilidad y que se ha extendido al dirigente nacional priista Alejandro Moreno, “Alito”, dueño de una riqueza deslumbrante tras su paso por el gobierno de Campeche.
En el PAN es creciente la inconformidad, el diputado Rubén Guajardo llamó a romper la coalición con el PRI en la próxima legislatura, lo que facilitaría al PVEM y sus aliados alcanzar la mayoría calificada con algunos priistas y el PANAL y RSP.
En el PRI resurgió la Corriente Crítica, en todo el sexenio y el anterior estuvo en una cápsula de hibernación, obsequiosos con Toranzo y Carreras, hasta ahora que se ven a un paso de quedar fuera de la nómina, para exigir muy indignados la renuncia del dirigente Elías Pesina, se dicen decepcionados de Carreras al que no dudan en tachar de traidor, lo mismo que a “Alito”.
Hay personajes menores que estuvieron en la campaña de Pedroza, le susurraban dulces palabras y ahora presumen “selfies” con el gobernador electo Jerjes Gallardo, quien ya anunció que ventilará y castigará las corruptelas de los exgobernadores Marcelo de los Santos y Fernando Toranzo, y el saliente Carreras.
OTRA TRAICIÓN
Al confirmarse la asignación de diputaciones plurinominales de la segunda circunscripción, el PRI solo obtuvo una con la reelección de Frinné Azuara Yarzábal, de profesión médica por el IPN, proviene del Grupo Atlacomulco y toda su carrera política la ha realizado en el Estado de México, pero por petición de Enrique Peña Nieto fue aceptada por Carreras sin chistar y de nueva cuenta le dan la curul.
Podría ser huasteca por el apellido pero esta señora nunca ha hecho nada por San Luis Potosí, nunca ha venido a informar sobre su trabajo legislativo y volverá a representar al estado, y en el PRI nadie dice nada.
COMPARECENCIAS DE TRÁMITE
La legislatura local concluye como comenzó, en la mediocridad, reflejada en las comparecencias de secretarios y directores del gabinete carrerista con la ausencia de la mayoría de las y los legisladores, los funcionarios estatales echándose la bolita de las obras inconclusas o mal hechas.
Como se vio, el secretario de Seguridad Pública, Jaime Pineda, envió a un subordinado para que recibiera las lanzas del diputado Edgardo Hernández, y ¿el titular de la Seduvop?, Leopoldo Stevens, privilegiado, impune, ni siquiera fue incluido en el calendario de las comparecencias, como si no tuviera nada que aclarar, los vicios de origen del fracasado proyecto de la Red Metro que cambió de nombre, extensión y trayecto en varias ocasiones, y se volvió un barril sin fondo, surgieron en su oficina.