En el extremo sur del condado croata de Šibenik-Knin se encuentra una de las maravillas naturales de este país, cada vez más conocida y visitada, ya que aunque está en medio de la nada, se encuentra cerca de la ciudad de Vrlika, ya perteneciente a la región de Dalmacia-Split. Hablamos del “ojo de la Tierra”, un sorprendente paraje que no deja indiferente a nadie.
El origen del “ojo de la Tierra”
El origen del “ojo de la Tierra” se encuentra a varios kilómetros, en las entrañas del monte Dinara (1831 m), que da nombre a los Alpes Dináricos, una de las principales cordilleras calizas de Europa, lo que ya nos da una pista importante. A lo largo de los siglos, los desfiladeros excavados por la fuerza del agua se han aprovechado para abrir vertiginosos caminos, líneas ferroviarias y carreteras en una región con un relieve bastante compacto, dificultando las comunicaciones.
Las rocas carbonáticas (principalmente calcáreas y dolomías) se disuelven con facilidad si el agua de lluvia incorpora ácido carbónico antes de atacarlas, dando lugar al modelado kárstico, que se manifiesta de diversas formas, siendo las cavernas, los cañones, las dolinas o las surgencias algunos de sus ejemplos más espectaculares.
Surgencia kárstica cuya profundidad se desconoce
Bajo el Monte Dinara existe un laberinto de ríos subterráneos que recorren las incontables cavernas que surcan el subsuelo, antes aflorar en la superficie formando tres lagunas gemelas y cristalinas: Vukovica Vrilo, Batica Vrilo y Veliko Vrilo.
La última surgencia o manantial presenta una singular forma de globo ocular, que se aprecia perfectamente desde las colinas que rodean la laguna, lo que le ha dado el sobrenombre del “ojo de la Tierra”. Aunque a simple vista parece que tiene poca profundidad, se trata de una ilusión óptica.
Hoy en día todavía se desconoce la profundidad exacta, los buzos espeleológicos que han participado en diversas expediciones llegaron a unos 115 metros de profundidad, pero no pudieron avanzar más. También los más valientes se bañan en sus gélidas aguas, aunque lo más normal es surcarlo con kayak o a remo para admirar el paisaje.
Es el origen del río Cetina, eje vertebrador de la Dalmacia Central
Esta singular surgencia es una de las fuentes principales del río Cetina, el más largo de Dalmacia Central, que fluye durante más de 100 kilómetros, desembocando en el Adriático, concretamente en el antiguo puerto de piratas de Omiš, tras atravesar el campo kárstico de Sinj.
Además de ser un importante atractivo turístico, el río proporciona agua y energía, siendo el eje vertebrador de la región.
Además de su valor turístico, el río proporciona agua a los habitantes, al ganado, energía a las plantas hidroeléctricas y a los todavía existentes molinos de piedra, sin olvidar los importantes restos arqueológicos que se encuentran junto a sus cristalinas aguas.
Con información de Meteored