El pasado jueves llovió en el sur de Nuevo León. Fue poco, apenas para “mojar la tierra” en los municipios de la región citrícola.
Con el agua se alimentó la esperanza de la población y autoridades del estado, y particularmente de la zona metropolitana, que esperan lluvias importantes en los próximos días dado el bajo nivel que tienen dos de las tres presas que abastecen de agua potable a la zona metropolitana.
Ayer, la Comisión Nacional del Agua informó que la presa La Boca, que se localiza en el municipio de Santiago, almacenaba 3.63 millones de metros cúbicos de agua, es decir, 9% de su capacidad. Asimismo, la presa Cerro Prieto, que se ubica en Linares, tenía 6.972 millones de metros cúbicos (2% de su capacidad).
Los niveles son tan bajos que el pasado 1 de junio el director de Agua y Drenaje, Juan Ignacio Barragán, dijo que habían tenido que suspender la extracción porque se estaba bombeando agua con lodo.
La presa El Cuchillo, localizada en el municipio de China, al noreste del estado, tiene un poco más, 519.362 millones de metros cúbicos (46%).
En ese momento dijo que si no se presentaban lluvias importantes, los embalses sólo podrían aportar agua para 20 días.
Con el agua se alimentó la esperanza de la población y autoridades del estado, y particularmente de la zona metropolitana, que esperan lluvias importantes en los próximos días dado el bajo nivel que tienen dos de las tres presas que abastecen de agua potable a la zona metropolitana.
Ayer, la Comisión Nacional del Agua informó que la presa La Boca, que se localiza en el municipio de Santiago, almacenaba 3.63 millones de metros cúbicos de agua, es decir, 9% de su capacidad. Asimismo, la presa Cerro Prieto, que se ubica en Linares, tenía 6.972 millones de metros cúbicos (2% de su capacidad).
Los niveles son tan bajos que el pasado 1 de junio el director de Agua y Drenaje, Juan Ignacio Barragán, dijo que habían tenido que suspender la extracción porque se estaba bombeando agua con lodo.
La presa El Cuchillo, localizada en el municipio de China, al noreste del estado, tiene un poco más, 519.362 millones de metros cúbicos (46%).
En ese momento dijo que si no se presentaban lluvias importantes, los embalses sólo podrían aportar agua para 20 días.
Han pasado 10 días desde entonces y las lluvias no han llegado. Para que tengan un impacto significativo, se requieren precipitaciones acumuladas de unos 200 milímetros, más o menos lo que deja un huracán.
Crisis hídrica grave
Esta crisis se veía venir desde hace años, pero se confió en que la lluvia llegaría y las autoridades negaron la situación hasta que pudieron. El año pasado la administración del aún gobernador Jaime Rodríguez Calderón, consideró iniciar los cortes de agua a la población, pero no se aplicó.
Desde el pasado 22 de marzo, los 5.3 millones de habitantes de la zona metropolitana están sometidos a cortes de agua potable. Iniciaron con la suspensión del servicio un día a la semana, de manera alternada en cada uno de los siete sectores en los que fue dividida la metrópoli.
Sin embargo, debido a que los cortes no reflejaron ahorro sustancial, y ante la falta de lluvias, el 3 de junio el gobierno estatal inició un corte parejo de 18 horas diarias para todos los usuarios. Los habitantes sólo tienen agua de las cuatro a las 10 de la mañana.
Sin embargo, este tandeo es irregular. En algunas colonias disponen del líquido durante más tiempo, mientras que en otras zonas pasan días sin ver una gota. Otro reclamo es que el agua llega turbia y no sirve para cocinar ni para bañarse, por lo que la compra de agua embotellada se ha disparado, lo que implica un gasto extra para las familias.
Un garrafón con capacidad para 20 litros tiene un costo de 75 pesos, y llenarlo cuesta 45 pesos más. Si una familia de tres integrantes consume un garrafón cada tres días, necesitaría 10 para el mes, lo que significa un gasto de 450 pesos al mes. Ante la demanda de agua embotellada, iniciaron las alzas en los precios y las compras de pánico, obligando a los supermercados a limitar la venta.
Medidas extremas
Pese a la crisis y todas las medidas, se estima que 30% de la población está consumiendo más de 70 metros cúbicos (70 mil litros) de agua al mes, cuando el promedio es de entre 10 y 20 metros cúbicos.
Las autoridades anunciaron la colocación de reductores de presión a todos los usuarios con consumo alto, que son principalmente habitantes de zonas residenciales de alta capacidad económica, empresas, edificios corporativos y dueños de quintas, donde tienen albercas y riegan jardines y árboles frutales.
Además, el horario de escuelas se redujo de seis a cuatro horas diarias, por la falta de agua.
Ante esta situación, decenas de personas se manifestaron ayer en la Macroplaza de Monterrey, frente al Palacio de Gobierno, para exigir un alto a los cortes diarios en el suministro de agua.
Los oradores insistieron en que hay agua suficiente, pero es acaparada por las grandes empresas que la tienen concesionada, pues ninguna ha suspendido su producción por falta del elemento, mientras las familias han trastocado de forma completa su modo de vida.
Con información de: El Universal