Marcela Loyola
Un grupo de personas se manifestó fuera del Congreso del Estado para externar su repudio por el feminicidio de Luz Raquel Padilla en el estado de Jalisco, madre de un niño con autismo y revelaron que en San Luis Potosí hay 15 mujeres cuidadoras en riesgo de feminicidio.
Mariana Hernández Noriega, de la Fundación Giro y del Colectivo Cuidadoras Potosinas, dijo que la manifestación es para visibilizar los diferentes tipos de violencia que viven las mujeres cuidadoras, como fue el caso de Raquel.
Expuso que sufren desde la física, sexual, patrimonial y laboral, aunque la vicaria y laboral ha crecido muchísimo “porque se da en los espacios de los que no se ha hablado y nosotras no es que no queramos trabajar, las mujeres cuidadoras tenemos que trabajar, pero en condiciones, sin estigmas porque ya tenemos una vida muy dura y muy difícil”.
La cuidadora alertó a las mujeres y pidió que denuncien, pues la violencia inicia con malos tratos y puede llegar a la violencia física y hasta los feminicidios, casos como el de la madre cuidadora de Jalisco, que dejó a un niño con autismo.
“En San Luis Potosí su servidora ya tiene contabilizado 15 casos de mujeres que están peligro de muerte inminente, algunas ya tuvieron intentos de feminicidio y pues las demás han podido salir”, aseveró.
Abundó que, además han tenido que sufrir violencia institucional y omisión “porque cuando las mujeres acudimos a denunciar no sé llevan a cabo los protocolos como deben de ser, siempre se minimiza la violencia, quizás no con esas palabras, pero la mayoría dicen que no pueden hacer nada por nosotras hasta que no nos vean golpeadas o en peligro de muerte”.
Añadió que, también hay violencia comunitaria por parte de los vecinos como lo que le pasó a Raquel, “la sociedad no entiende, juzga, crítica y peor aún agrede a la mujer cuidadora porque le molestan los ruidos, las condiciones de la enfermedad, que son parte la discapacidad que generan más ruido físico, como es la parálisis cerebral y hay enfermedades donde los pacientes hasta gritan y los vecinos se molesten y no son intolerantes”.