A sus 11 años de edad, Miguel Barros ha conmocionado a Brasil luego de darse a conocer su dura historia cuando desesperado por el hambre, llamó a la línea telefónica de emergencias en el país sudamericano para pedir ayuda porque tanto él como su familia no tenían nada para comer.
“Señor policía… es porque no hay nada para comer en mi casa”, fueron las palabras de Miguel que hasta hace una semana, las alacenas de la cocina de la familia Barros estaban vacías. Ahora los paquetes de comida no caben en los estantes, después de que el niño de 11 años y uno de ocho hermanos, llamara desesperado a la policía.
Miguel conmovió a Brasil el miércoles pasado tras comunicarse con el servicio de emergencias. Durante tres días, su madre apenas había podido ofrecerle a él y a sus hermanos harina de maíz y agua. El telefonista envió una unidad móvil a su casa en Santa Luzia, en los suburbios de Belo Horizonte (sudeste, estado de Minas Gerais), informó la agencia AFP.
Los agentes pensaron que podía tratarse de un caso de negligencia. Pero al llegar a la precaria vivienda se encontraron con una historia cada vez más habitual en la mayor economía de América Latina.
“Llegó mucha comida diferente, alguna ni siquiera sé qué es”, dijo sonriéndo Miguel.
Los oficiales fueron al supermercado y regresaron con una carga de alimentos, incluidas donaciones del dueño de la tienda. La historia de Miguel se volvió viral y desde entonces, las donaciones de alimentos y dinero comenzaron a llegar desde todo Brasil y de fuera, desbordando la cocina de la familia.
“El hambre duele”, dice la mamá de Miguel
La madre de Miguel identificada como Celia, es una mujer soltera de 46 años con ocho hijos, seis de los cuales aún viven con ella. Tuvo varios trabajos ocasionales hasta que comenzó la pandemia y quedó desempleada.
“Sufrimos mucho. No lo olvidaré nunca, porque el hambre duele”, dijo a AFP, con su hijo menor en brazos. “Llegas al punto en que no puedes ni levantarte ni hacer nada… Miguel me vio desesperada y llorando, y decidió hacer lo que hizo. Y gracias a Dios ahí cambió todo”, se alegra.
Brasil apareció en la última edición del “Mapa del hambre” de Naciones Unidas, un registro del que había salido en 2014, con el 28.9 por ciento de la población viviendo en “inseguridad alimentaria moderada o grave”.
Con información de: El Heraldo