La Comisión de Ética del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) resolvió la tarde de este martes 6 de septiembre que el director general de la institución, José Antonio Romero Tellaeche, cometió plagio en dos artículos académicos que publicó a su nombre.
“El doctor José Antonio Romero Tellaeche incurrió en una falta a la ética en los dos artículos académicos de su autoría presentados por la parte denunciante, misma que consistió en la presentación intencional de ideas ajenas como propias y sin dar el crédito debido a las fuentes utilizadas. Esta conducta configura un plagio según la definición del artículo 4, fracción I, del Código de Ética del CIDE”, expuso la Comisión.
“De conformidad con el artículo 5 del Código de Ética del CIDE, el cual establece que ‘cualquier plagio doloso en un producto académico será considerado falta grave’, esta comisión concluye que los plagios cometidos por el doctor José Antonio Romero Tellaeche constituyen una falta grave”, subrayan.
En el acta de la sesión, a la cual Animal Político tuvo acceso, la comisión recomienda se le rescinda el contrato a Romero Teleache, de acuerdo al artículo 147, fracción V, del Estatuto del Personal Académico del CIDE.
“Para esta Comisión no pasa desapercibido que, de conformidad con los artículos 5 del Código de Ética y 150 del Estatuto del Personal Académico del CIDE, la aplicación de las sanciones recomendadas por esta Comisión corresponde originariamente al Director General de la institución. No obstante, en este caso es evidente que el Director General cuenta con un interés personal en el asunto y se encuentra impedido para realizar la aplicación de la sanción correspondiente, al ser la persona que está siendo afectada directamente con la resolución que aquí se toma”, explican.
“Dado el conflicto de interés señalado, la Comisión estima que la Dirección General de Conacyt y el Consejo Directivo del CIDE, en tanto superiores jerárquicos del Director General del CIDE, son las únicas autoridades que cuentan con la potestad y atribuciones necesarias para aplicar una sanción a la falta grave a la ética cometida por el Dr. José Antonio Romero Tellaeche”.
Sin embargo, a pesar de que no hubo votos en contra de esta resolución, los votos a favor de ella no fueron suficientes para que su contenido pueda surtir efectos.
Los votos a favor fueron emitidos por Pablo Mijangos y González y María Solange Maqueo Ramírez, en tanto, las dos abstenciones fueron por parte Jordy Micheli Thirion —quien fue nombrado secretario académico del CIDE por Romero Tellaeche— y Judith Mariscal Avilés.
El quinto voto habría sido el de la investigadora Catalina Pérez Correa, también integrante de la Comisión de Ética, sin embargo, por haber compartido en Twitter la convocatoria a la marcha que la comunidad del CIDE realizó el 4 de junio y escribir “Contra el plagio impune en el #SNI”, los miembros de la Comisión estimaron conveniente descartar a la investigadora.
El 6 de junio pasado, a la Comisión de Ética llegó una denuncia de plagio formulada por un grupo de profesores de la institución en contra del director José Antonio Romero Tellaeche. Se trataba del artículo “Import Demand for Intermediate Goods in Mexico: 1993-2018”, publicado en coautoría con Rodrigo Aliphat Rodríguez —quien recientemente se incorporó como profesor del CIDE— publicado en 2019 en la revista Atlantic Review of Economics-AROE.
El 22 de junio, la denuncia se amplió y los denunciantes señalaron nuevos hechos, por lo que ofrecieron otras pruebas. El nuevo texto denunciado como plagiado se encuentra en el artículo: “La herencia del experimento neoliberal”, publicado por Romero Tellaeche como autor único en la revista El Trimestre Económico en 2020.
Luego de que la Comisión fuera convocada para conocer a detalle los hechos, se citó a Romero Tellaeche para que compareciera el 15 de agosto y se pronunciara respecto a las denuncias, sin embargo, en el acta se explica que el 6 de julio, a través de un correo electrónico enviado a Jordy Micheli Thirion, secretario académico y miembro de la Comisión, Romero Tellaeche dio contestación por escrito a la denuncia y respectiva ampliación presentadas.
En los referidos escritos, Romero Tellaeche cuestionó la competencia de la Comisión de Ética del CIDE para resolver la controversia y solicitó la recusación de los doctores Catalina Pérez Correa González, Judith Mariscal Avilés y Pablo Mijangos y González, para conocer de este asunto.
La Comisión se reunió y determinó que sí tenía competencia jurídica y profesional para conocer y resolver sobre la controversia, y que era infundada la recusación planteada sobre los doctores Judith Mariscal Avilés y Pablo Mijangos y González; y que también es infundado el impedimento planteado sobre el conflicto de interés de la doctora Catalina Pérez Correa González.
El 25 de agosto de 2022, la Comisión celebró la audiencia programada para escuchar los alegatos de Romero Tellaeche, sin embargo, no se presentó a la misma ni notificó las razones para no asistir.
Lo que sí hizo ese día fue presentar una denuncia ante el Órgano Interno de Control (OIC) del CIDE contra los miembros de la Comisión de la cual ellos se enteran porque fueron copiados en el correo electrónico que Romero Tellaeche envió.
Luego de revisar y analizar los artículos por los que fue denunciado y teniendo como base la evidencia que los propios denunciantes presentaron, la Comisión de Ética del CIDE advierte que en los 13 párrafos citados se cometió una apropiación literal y no reconocida adecuadamente de los trabajos de los autores originales.
“Esta Comisión considera necesario reiterar que el ‘basarse en el trabajo de un autor’ no puede consistir jamás en la utilización de las mismas oraciones, en el mismo orden y con los mismos datos y referencias, sin utilizar las comillas para indicar que en realidad se trata del trabajo de otra persona”, expusieron.
“El mero trabajo de hacer la traducción literal, presentar referencias de la fuente original como propias y de adaptarlas a los criterios específicos de citación de una revista es una señal indudable de que esta apropiación se hizo de manera consciente e intencional”, concluyó la Comisión de Ética del CIDE.
Con información de: Animal Político