Por: Paola Herrera
El pasado 15 de septiembre en México se celebró el Grito de Independencia, pero en el ecosistema cripto se festejó la fusión de ethereum, la cual fue todo un éxito. Ethereum representa la segunda criptomoneda de mayor volumen.
Este fue el evento más esperado en el mundo de las criptomonedas de los últimos años. La fusión (The Merge) es considerada como uno de los logros de ingeniería más difíciles por la industria de las criptomonedas, solo comparable con la misma planeación meticulosa y pruebas que hacen compañías como Apple o Sony al momento de lanzar un producto.
La fusión fue en la cadena de bloques (blockchain) de ethereum, que adoptó un sistema conocido como “prueba de participación”, en el que “los mineros digitales” fueron reemplazados por validadores que depositan una cantidad significativa de dinero en ethers (moneda de ethereum) para así ganar recompensas en ether y asegurar la blockchain.
La fusión se dio mientras la red de ethereum continuaba funcionando, de modo que se pudiera respaldar la economía que está construida en su blockchain, y que hoy representa alrededor de 100 mil millones de dólares de Finanzas Descentralizadas (DeFi), Tokens No Fungibles (NFT) y un sinfín de aplicaciones más que hoy viven en su blockchain.
Esta obra impecable de ingeniería y coordinación se puede comparar a lo que es ejecutar una aplicación en cualquier computadora, como puede ser abrir Google Chrome, Netflix, YouTube, etc., pero cualquier aparato electrónico que usamos para poder funcionar necesita de energía, y pocas personas se cuestionan el impacto ambiental que esto conlleva.
Esta fusión redujo el consumo de energía de ethereum en un 99.95 por ciento. Anteriormente, una sola transacción en ethereum requería suficiente energía para alimentar a un hogar estadounidense promedio durante una semana entera. Después de la fusión, se puede traducir al costo de energía que es hervir el agua. Para comparar, hoy YouTube genera 244 terawatts al año, mientras que la fusión hará que ethereum consuma .01 terawatts al año.
La reducción en consumo de energía presenta una oportunidad fundamental para las empresas tradicionales que quieren entrar al mundo de las criptomonedas, pero que tienen como prioridad construir un mundo más sostenible y reducir emisiones de carbono.
Este es el primer paso en el gran viaje de ethereum hacia ser un sistema más maduro. A pesar de este gran cambio, el precio de ethereum bajó un 7.0 por ciento después de la fusión. La reacción del mercado también demuestra que ethereum y la industria necesitan más que la fusión para salir del invierno cripto.
Cuando pase la emoción de este logro, ethereum necesitará volver a los problemas de siempre que retrasan la adopción masiva de cripto. Lo que sigue es la introducción de sistemas que harán que la red sea más escalable y así facilitar que los usuarios operen en la red de ethereum.
En 2015, ethereum era una blockchain en donde compañías, desarrolladores e inversionistas interactuaban. Hoy, también es un ecosistema para gamers, escritores, artistas, músicos, refugiados.
Con información de: El Financiero