Un estudio aéreo con tecnología láser en 95 kilómetros cuadrados de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, en el sur de México, ofrece nuevas pruebas que invitan a pensar que pudo haber sido el antiguo centro urbano maya más poblado durante el apogeo clásico de la civilización, hace unos 1.300 años.
La investigación LIDAR anunciada esta semana por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) y recogido por Reuters, ha revelado la densa y compleja expansión urbana de la antigua capital de la poderosa dinastía Kanu’l (Serpiente) que yace bajo la selva en las tierras bajas centrales de la península de Yucatán, cerca de la frontera con Guatemala.
Calakmul prosperó durante el cenit de la era clásica de los mayas (alrededor de 250-900 d. C.), con enormes pirámides, complejos de palacios y templos, de los cuales solo se ha excavado una pequeña porción.
En su apogeo, fue gobernado por temibles mandatarios de la dinastía Serpiente que compitieron por el poder con otros reinos en un momento de grandes logros humanos en escritura, matemáticas y arte en todo el mundo maya, en la actual América Central y el sur de México.
Kathryn Reese-Taylor, profesora de la Universidad de Calgary que participa en la investigación, explicó en una grabación que los nuevos mapas del sitio revelan numerosos edificios previamente desconocidos que muestran que Calakmul era un poblamiento más denso incluso que Tikal, la antigua metrópolis maya ubicada en el norte de Guatemala. Podría ser el centro urbano más grande de la civilización.
La tecnología de mapeo LIDAR utiliza aviones para disparar pulsos de luz a las densas copas de los bosques, lo que permite a los investigadores ver las estructuras antiguas que hay debajo.
Reese-Taylor señaló que los nuevos mapas muestran extensos complejos de apartamentos residenciales agrupados alrededor de templos y posibles mercados.
Agregó que alrededor del año 700 d. C., la huella física de Calakmul era igual a la de las actuales Ámsterdam o Bruselas.
Estimaciones anteriores sugerían que la población de la ciudad alcanzaba unos 50.000 habitantes, pero el nuevo estudio podría forzar un nuevo cálculo.
El INAH señala en un comunicado que la gran densidad de los edificios apunta a una gran población y sugiere que los mayas modificaron todo el espacio disponible con canales de agua, terrazas y represas hasta ahora desconocidos, probablemente diseñados para proteger los suministros de agua y aumentar las tierras de cultivo.
«Hay muchos detalles, estructuras grandes y pequeñas», dijo Félix Kupprat, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que también forma parte del equipo de investigación.
Con información de: ABC