Un billete en medio del equipaje; una bocina portátil, de esas que usas para amenizar la fiesta cuando no se hace en casa; una loción de esas que no suben si no la documentas son algunos de los artículos que trabajadores de seguridad privada del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) roban las pertenencias de los pasajeros de sus maletas.
El periodista de “Por la Mañana” Humberto Padgett obtuvo videos del primer semestre de 2022 de algunas de las más de 2 mil 500 cámaras de seguridad del AICM en que se observa a trabajadores en diversos puntos de revisión y operación de la terminal aérea esculcar el equipaje de los viajeros y robar algunas de sus pertenencias.
Apenas en febrero pasado, la Secretaría de Marina (Semar) tomó el control de las tareas de seguridad del AICM, mientras que desde julio pasado, un marino en retiro, el capitán Carlos Velázquez Tiscareño asumió la dirección de ese aeropuerto.
“La Marina Armada ha encontrado que cada estación de trabajo es una oportunidad de hurtar para el personal civil en el intenso trajín y frente a sus víctimas en uno de los puntos más vigilados del país”, expuso Padgett.
Robo en el AICM, desde el filtro de seguridad hasta en la zona de carga
En los videos se aprecia que personal de seguridad de las empresas privadas que operan en el AICM aprovechan cualquier momento para apoderarse de las pertenencias de los pasajeros.
En un primer momento, se puede apreciar a un elemento de seguridad en el filtro de seguridad para acceder a la sala de abordaje, donde después de pasar el equipaje por la banda y la máquina de escaneo, el sujeto esculca en una bolsa abierta de una pasajera y al encontrarse con un billete, lo toma, lo cambia de mano y lo guarda en su bolsillo del pantalón.
Minutos después, se puede ver cómo el mismo empleado toma el billete y lo cambia de su bolsillo a sus zapatos, lo que puede ser un mejor escondite.
En otro video, se puede ver cómo un trabajador del área de traslados de equipaje abre una maleta, aunque no tiene las facultades para ello, y saca lo que parece ser una bocina portátil, la cual se guarda en la bolsa del pantalón.
“Conscientes de que trabajan bajo vigilancia, la rutina de los ladrones es simular que no miran la maleta en la que hunden las manos. Tras ser descubiertos desde el área de monitoreo del circuito cerrado, los responsables son detenidos, sus tarjetas de identificación aeroportuaria, aseguradas, y puestos a disposición de sus empresas para que sean despedidos”, explicó Padgett.
También se puede ver cómo entre sus pertenencias, las personas que cometen el robo en el AICM a las maletas de los pasajeros salen de su turno y entre sus propias mochilas y ropa ocultan el botín, aunque muchas veces son descubiertos en su intento de robar al salir de la terminal aérea.
Con información de: Radio Fórmula