Damaris Armendariz
Una profesora de la colonia Tercera Grande creó una pequeña escuela comunitaria en casa a raíz de la pandemia del Covid-19, por lo que recibirá el Premio a los Derechos Humanos en su edición 2022; Erika García Campos es la maestra que recibirá el reconocimiento por su labor a la sociedad por parte del Ayuntamiento de la capital.
La idea nació hace cinco años partiendo desde un campamento educativo que llevó por nombre en aquel tiempo Grandes Genios, dirigido a niñas y niños que cursaban la educación básica con formato de apoyo para reforzar aprendizajes durante el verano.
La maestra contó que el primer campamento fue antecedente para la pequeña escuela en casa que hoy ha crecido a partir del confinamiento que trajo la pandemia del Covid-19, argumentó que esta situación la hizo pensar en lo difícil que había sido para ella apoyar a sus hijos a pesar de su experiencia como pedagoga; situación que la hizo empatizar con otras madres y padres de familia, así mismo eso la llevó a brindar apoyo a otros niños.
Erika compartió que desde la pandemia dejó de trabajar para poder ayudar de lleno a sus hijos en el aspecto educativo y que a partir de ahí otras mamás vecinas buscaron el apoyo en ella para sus menores por lo que comenzaron poco a poco la escuela.
“Las mamás me buscan para ayudar a sus niños por complicaciones con las tareas trabajos y tiempo, ahí empezamos apoyando a nuestros niños, empiezo yo, luego me apoya mi hermana, amigos que también conocen acerca de la educación; nos apoyó un maestro de música, un cuenta cuentos, mi hermano tiene un coro y nos ayuda en esa parte. En mi casa tengo un espacio, entonces también ya ahorita lo adaptamos como una escuelita y poco a poco lo hemos ido mejorando para que ellos se sientan más cómodos”, contó la profesora.
La maestra comentó la importancia del seguimiento en aprendizajes durante el confinamiento por la pandemia y reconoció el rezago educativo que existe a raíz de la crisis sanitaria; además explicó la situación que vive su localidad.
“Es una zona complicada con rezago, tenía un niño que acudía y cuando él entró y le preguntábamos qué quería ser de grande decía: yo quiero ser pandillero; una situación que preocupa, que está pasando y realmente si es la zona en la que estamos”, argumentó Erika García.
Durante la pandemia la pequeña escuela atendió a 35 niños desde nivel preescolar hasta uno de ellos de primer grado de secundaria; actualmente cuenta con 20 alumnos y las puertas continúan abiertas a integrantes.
La profesora comenzó su formación como Licenciada en Pedagogía en la Universidad Tangamanga de San Luis Potosí y continuó con una Maestría en Educación en la Universidad UNID del campus en el estado, con la convicción de mantenerse actualizada en conocimientos y seguir preparándose para apoyar a su comunidad, labor por la que será galardonada con el Premio a los Derechos Humanos en su edición 2022.