La Unidad de primer contacto de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV) tiene la responsabilidad de mantener todos los programas, protocolos y apoyos del Estado para garantizar a las y los potosinos la atención y reparación integral del daño cuando son víctimas de delito o se violenten sus derechos humanos.
El objetivo es garantizar que, de forma profesional y respetuosa, se atenderán todas las medidas y acciones para evitar una actuación indebida, y de forma especial, dar celeridad a todos aquellos servicios relacionados con trabajo social, psicología o asesoría jurídica que son los más solicitados en la CEEAV, dijo su titular, Miguel Ángel García Amaro.
Añadió que el Gobernador Ricardo Gallardo Cardona es muy claro en la política social que se aplica en todos los sectores de la administración que encabeza, por lo que, se atienden las indicaciones para dar servicio puntual a cualquier persona que, de manera directa o indirecta, sea víctima de un delito o de una violación a sus derechos humanos.
A la par, informó el funcionario estatal, desde la Secretaría General de Gobierno (SGG) y su titular, J. Guadalupe Torres Sánchez, se hace hincapié en las acciones para la capacitación, formación, actualización y especialización de quienes integran la Comisión, y a dar un servicio efectivo.
Durante el 2022, la CEEAV brindó atención de primera vez a siete mil 100 personas en situación de víctima de delito y/o violación a derechos humanos; a través de la Unidad de Primer Contacto, de enero a diciembre de este año, se brindaron 62 mil 737 servicios correspondientes a trabajo social, que contempla estudios socioeconómicos, gestiones de apoyo, seguimiento y visitas domiciliarias; asesoría jurídica en audiencias, acompañamientos y atenciones, además de otros servicios relacionados con el acompañamiento psicológico, canalizaciones, contenciones, dictámenes, peritajes, sesiones y valoraciones.
Miguel Ángel García Amaro comentó que de acuerdo con el Registro Estatal de Víctimas se atiende a víctimas directas e indirectas, tanto hombres como mujeres y, en caso de ser necesario, se canalizan a un refugio o albergue, además de ofrecer el servicio de una red de apoyo.