La carne cultivada en laboratorio, considerada como una solución prometedora para abordar la crisis ambiental asociada a la producción convencional de carne, ha sido objeto de un nuevo estudio que cuestiona su sostenibilidad ecológica. Según los investigadores de la Universidad de California en Davis, la carne cultivada puede tener hasta 25 veces más impacto en el clima que la carne de vacuno convencional.
Aunque la producción de carne real ya tiene una gran huella de carbono debido al uso de agua, piensos y deforestación, los expertos advierten que la huella de carbono de la carne de laboratorio podría ser aún mayor a medida que la industria crezca. Esta nueva investigación, publicada en forma de preimpresión en el servidor bioRxiv y aún pendiente de revisión por pares, plantea que la producción a pequeña escala actualmente conlleva pérdidas económicas, pero las empresas tienen la intención de industrializar y aumentar la producción en los siguientes años.
¿Por qué sería más contaminante?
La carne cultivada en laboratorio está ganando terreno como una alternativa más sostenible y ética a la carne convencional. A pesar de su promesa, la producción a gran escala de carne cultivada en laboratorio plantea desafíos, ya que los métodos de producción actuales, que utilizan placas de Petri, deben evolucionar hacia unidades industriales de mayor escala y consumo energético.
Un estudio reciente analizó la cantidad de energía necesaria para producir carne cultivada en laboratorio y la comparó con la de la carne de vacuno convencional. Los resultados mostraron que la carne cultivada en laboratorio puede tener entre cuatro y 25 veces más potencial de calentamiento global que la carne de vacuno, según recogió el diario Daily Mail.
Aún no es definitivo
Los defensores de la carne cultivada en laboratorio argumentan que estas tecnologías emergentes, junto con la reducción del desperdicio de alimentos y cambios en los hábitos de consumo, son parte de la solución para abordar los obstáculos medioambientales y éticos de la producción de carne convencional.
Aunque la carne cultivada en laboratorio ha recibido aprobación para su venta en Singapur y ha sido declarada segura para el consumo humano por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, su adopción aún es incipiente en muchos países. Se espera que la carne cultivada en laboratorio encuentre aceptación entre los consumidores preocupados por el bienestar animal y el medio ambiente, y que se convierta en una alternativa popular a los productos de origen vegetal en el mercado.
Con información de El Heraldo de México