Marcela Loyola
El vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Tomas Cruz Perales señaló que, no se puede negar la inseguridad que hay en todo el país, y la Iglesia Católica no es la excepción, pues lamentablemente también se ha vuelto víctima de robos y asaltos, principalmente en el municipio de Soledad.
Lo anterior, después de que la semana pasada se dio un asalto en la parroquia de San Felipe de Jesús donde los feligreses se tuvieron que tirar al piso y, recientemente en la iglesia de Nuestra Señora de la Soledad, donde sujetos amedrentaron a los feligreses, llegando hasta el atrio para hurtar cáliz y otros objetos religiosos.
Tomas Cruz, exhortó a las autoridades municipales a tomar cartas en el asunto, no “cerrar los ojos” ante lo que está sucediendo, y seguir trabajando en el tema de la vigilancia, y la protección hacia la ciudadanía.
“Si estamos arriba o debajo de otras ciudades u otros estados, yo creo que es lo de menos, lo que es significativo es que se trabaje, y a la vez se pueda eliminar esta situación”, señaló en entrevista.
Abundó que, aún hay algo de respeto por lo sacro, pues no se afecta tanto a la Iglesia, como a la sociedad en general, por el tema de la delincuencia, ya que, en San Luis Potosí, hay empleo, hay oportunidades, y se deben aprovechar, para evitar caer en el crimen.
El vocero del Arzobispado lamentó que, quien se dedica a saquear este tipo de artículos, que son cotizados en el mercado negro, principalmente, no es gente que se “conforme con un salario mínimo”, sino que pertenecen a células criminales.
Explicó que se ha dialogado con sacerdotes, sacristanes y personal de las iglesias donde se han tenido hechos, para que tomen sus precauciones, pero eviten que la situación límite sus actividades diarias, y el 80 por ciento de los templos cuentan con cámaras de video vigilancia.