Federico Anaya Gallardo
Alfred C. Kinsey (1894-1956), biólogo y especialista en entomología de la Costa Este (universidades de Bowdoin y Harvard) hizo carrera académica desde 1920 en la Universidad de Indiana. Tenía una magnífica reputación por sus estudios en taxonomía y evolución. En 1937-1938 U-Indiana le encargó un curso matrimonial. La idea venía de una demanda de una organización de mujeres estudiantes –que deseaban una currícula universitaria seria sobre el matrimonio. Con enjundia de entomólogo, entró a estudiar el comportamiento sexual de los seres humanos. Debo decirte, lectora que la de Estados Unidos de América era entonces una sociedad mucho más abierta que la de hoy. Por ejemplo, Pete Seeger (1919-2014) descendiente de una familia puritana de Nueva Inglaterra empezaba a hacer música popular entre comunistas y universitarios entre Boston y Nueva York. Así que el profesor Kinsey de Indiana consiguió financiamiento de la Fundación Rockefeller para una investigación mayor sobre la sexualidad del pueblo estadounidense. En los años que siguieron, él y su equipo realizaron 18 mil entrevistas profundas. Y descubrió que los estadounidenses no eran nada “puritanos”… sino antes bien, todo lo contrario. En 1948 publicó Comportamiento sexual del hombre, y en 1953 Comportamiento sexual de la mujer, hoy conocidos como los Reportes Kinsey. En 1953 la revista Time publicó su retrato en la portada: rodeado de rosas, pajaritos y una abejita. La sociedad norteamericana se preparó científicamente para la revolución sexual.
Sobre Kinsey hay una magnífica película de 2004, dirigida por Bill Condon y con Liam Neeson como el entomólogo convertido en sexólogo. Ya regresaré a ella. Hoy quiero contarte de otro profesor universitario que, una década antes que Kinsey, también se aventuró en temas arcanos.
William Moulton Marston (1893-1947) pertenece al mismo grupo etario de Kinsey. Estudió en Harvard en la misma época que Kinsey, pero mientras este recorría las aulas con los biólogos, Marston lo hacía estudiando psicología (y al parecer, algo de leyes). Kinsey recibió su doctorado en Ciencias con una tesis sobre las avispas gallaritas (cynipidae) en 1919, Marston el suyo en Psicología en 1921 con una tesis cuyo tema se ha perdido. Contrario al entomólogo Kinsey quien se asentó en Indiana para continuar sus pesquisas científicas, el psicólogo Marston se lanzó al mundo presumiendo la invención de un detector de mentiras.
El Boston Sunday Advertising publicó en Mayo de 1921 que: “[este] abogado-científico, inventor del detector de mentiras psicológico, que ya había anunciado en 1913, y que ha venido mejorando desde entonces, ha puesto los pelos de punta a los transgresores de Massachusetts a California. No importa lo hábil que pueda ser un mentiroso, no podrá engañar al aparato de Marston; quedará como una mujer obesa que trata de engañar a la báscula vistiéndose con un vestido negro y ajustado”. (Liga 1.)
He incluido el comentario machista del Boston Sunday Advertising porque retrata perfectamente los estereotipos de la sociedad estadounidense en que se formaron y crecieron Kinsey y Marston. Lo interesante es que ambos terminaron poniendo en duda esos prejuicios –el uno desde la Academia y el otro… desde los comics.
Porque resulta que Marston no es realmente el inventor del polígrafo (detector de mentiras), sino el creador de La Mujer Maravilla. Ó más bien, una de las creadoras de esa magnífica personaja. Como parte del furor causado por las superproducciones cinematográficas de los “universos” Marvel y DC en estas dos primeras décadas del siglo XXI, tenemos un extraño filme a nuestra disposición.
La vida académica de Marston no fue tan exitosa como la de Kinsey. Pero probablemente su preocupación respecto de las relaciones humanas y las prácticas sexuales reales empezó mucho antes y de modo más complejo. De todo lo anterior podemos enterarnos en el filme escrito y dirigido por Angela Robinson en 2017: El profesor Marston y la Mujer Maravilla –que en Inglés se escribe Professor Marston and the Wonder Women. (¡Atención, lectora! el idioma importa, como verás.)
De entrada, Robinson nos muestra que Marston era sólo una parte de una pareja. Su mujer era Elizabeth Sadie Holloway (1893-1993). Holloway era británica pero pasó a los EUA adonde estudió en la universidad Mount Holyoke en Massachusetts. Mount Holyoke era una institución para mujeres fundada en 1843, cuando lo revolucionario era enseñar a las mujeres. Hoy, 2023, se define como gender diverse. Sadie se graduó como psicóloga en 1915 y se inscribió en la escuela de Derecho de la Universidad de Boston –de donde se graduó en 1918… una de las tres mujeres en obtener ese título ese año. Si revisas las fechas, pese a ser de la misma edad, Sadie le llevaba cierta ventaja académica a William. El doctorado de ella (en Derecho) es de 1918, el de él (en Psicología) de 1921. Pero él se graduó de Harvard y ella de Boston-U.
Ambos entraron a dar clases en Harvard. Él en la universidad “mayor”, en un programa de doctorado. Ella en el “anexo” de Harvard para mujeres (Radcliffe College), en un programa de maestría. Detalle aterrador: Harvard y Radcliffe eran unidades escolares segregadas, la primera sólo para varones, la segunda sólo para mujeres. Se permitieron grupos mixtos hasta 1943 –a mitad de la segunda guerra mundial. ¡Y los programas académicos se unificaron hasta 1970! Este contexto se sugiere de paso en la primera parte de la película de Robinson –en varias escenas en que Sadie se queja con William de la segregación y discriminación imperantes.
Y entonces apareció Olive Byrne (1904-1990). No era sólo una chica físicamente atractiva, sino brillante y de ideas muy avanzadas. Hija y sobrina de dos enfermeras que crearon el movimiento estadounidense por la planificación familiar, las hermanas Margaret y Ethel Higgins. Paradoja, ambas son recordadas por los apellidos de sus maridos: Margaret Sanger y Ethel Byrne. Olive estudiaba en la Universidad de Tufts en el área de Boston. Cosa relevante, en 1892, la Comisión de Responsables de Tufts había votado porque “la universidad se abra a mujeres en las licenciaturas en los mismos términos y condiciones que a los hombres”… Es decir, medio siglo antes que Harvard.
El profesor William Marston fue profesor de Olive en el posgrado de Tufts. Más tarde iniciaron una relación y la doctora Olive formó una triada estable con William y Sadie. Juntos criaron cuatro retoños, una niña y cuatro niños. El escándalo de esta relación les expulsó de ciertos círculos universitarios, pero subrayó su militancia en los grandes temas de equidad de género y libre desarrollo de la personalidad. William murió en 1947, Sadie y Olive continuaron como pareja hasta su muerte en los 1990s.
La película de Robinson apenas nos muestra algo de esta impresionante aventura. Al simplificarla para las grandes audiencias la guionista-directora debió empobrecerla un poco. De esto nos informa el bloguero “Pessimisissimo” en su Exotic and irrational entertainment: …books, opera, Bollywood, and other indefensible obsessions (Liga 2). El mismo bloguero nos recomienda un libro de 2015, escrito por la historiadora Jill Lepore. En él se recuperan las biografías de las tres profesoras Marston: The secret history of Wonder Woman (Vintage Books, Liga 3… adonde puedes pedirlo prestado por una hora cada día).
Dije arriba que el idioma importa. Cuando traducimos al Castellano el título del filme de Robinson queda así: El profesor Marston y la Mujer Maravilla. En cambio, en Inglés se escribe Professor Marston and the Wonder Women. En la familia poliamorosa que formaron Sadie, William y Olive ¡había en realidad tres professors Marston! Aparte: Women es mujeres, no mujer. Robinson desea presentarnos a las dos maravillosas mujeres que interpretaron la epopeya. La traducción siempre traiciona. En México Netflix acaba de poner este filme a disposición, lectora. Disfrútala.
Ligas usadas en este texto:
Liga 1:
https://classes.matthewjbrown.net/teaching-files/sciencepop/bunn.pdf
Liga 2:
https://archive.org/details/secrethistoryofw0000lepo_r2r9
Liga 3: