La novela de la municipalización de Villa de Pozos, ésta semana dio un vuelco -para muchos- inesperado. Varios ya estaban casi resignados a que ese episodio se habría de estancar entre los pendientes del Congreso del Estado. La mayoría legislativa hacía muy probable la municipalización, aunque pareció lejana por la decisión gubernamental de no abrir -por ahora- esa batalla. Sin embargo, algo pasó que se aceleraron algunas decisiones que cambiaron el panorama político más cercano.
Quizá los protagonistas de esta disputa, de pronto decidieron que más vale entrarle a la competencia política para ganar en las elecciones del próximo año, que perder el pleito en el congreso en lo que resta del 2023.
Lo cierto es que ahora, hasta se están disputando la paternidad de la idea de municipalizar a esa villa, fundada en 1636.
Su cercanía con las estratégicas zonas industriales, los desarrollos inmobiliarios, su creciente desarrollo económico, comercial y de entretenimiento y sus casi 190 mil posibles votantes, lo hacen sumamente atractivo como el municipio 59.
También es cierto que no es el mismo sitio que perdiera la municipalización en los lejanos años 40, muchas cosas han cambiado también desde los años noventas, cuando el combativo Cirilo Juárez promovió hasta el cansancio que dejara de ser delegación.
Por lo visto en las últimas horas, parece que ya serían meros trámites los siguientes pasos, aunque no será tan sencillo como ocurriera el 2 de diciembre de 1994, cuando por el dedazo del entonces gobernador Sánchez Unzueta se crearon los municipios 57 y 58: Matlapa y El Naranjo.
No se sabe bien a bien el tiempo que habrá de transcurrir para conocer el destino final de Villa de Pozos y de sus 210 mil habitantes. Por lo pronto, ayer se informó del costo estimado (32 millones de pesos) para pagar el plebiscito al que la ley obliga.
Quizá no sea tan descabellada la idea de convertirlo en el municipio 59, dado que hoy esa demarcación parece tener un destino de desarrollo mucho más atractivo, en lo social y en lo económico, aunque dependerá mucho, del factor político.
Por Lidia Juache