La depresión es un problema de salud que implica un estado anímico deprimido, la perdida de deseo y de placer e incluso la pérdida de interés por realizar cualquier tipo de actividad durante grandes períodos de tiempo.
La depresión se suele dar por situaciones de pérdidas como la de un ser querido o de un trabajo o incluso un accidente, pero también, esta patología de la salud mental, puede estar relacionada a la falta de sueño, el uso de medicamentos y la menopausia.
De acuerdo a los estudios las mujeres presentan un riesgo de 1,5 a 3 con respecto a los hombres de padecer depresión y este riesgo aumenta cuando la mujer empieza a transitar la menopausia.
Durante los cambios hormonales que implica la menopausia se produce una disminución en la producción de estrógenos, esto hace que las mujeres en esta etapa sean más propensas a los desequilibrios emocionales y psicológicos y a padecer tristeza y ansiedad.
“Los estrógenos actúan sobre el sistema nervioso central regulando las hormonas del estrés (cortisol-adrenalina-noradrenalina-glucagón) y los neurotransmisores de la felicidad (dopamina-serotonina-endorfina-oxitocina), por lo que una reducción de los mismos altera el estado de ánimo de la mujer”, señalan los investigadores.
Factores de riesgo que se han relacionado con la presencia depresión en la menopausia
- Tener historia de inestabilidad afectiva o síntomas depresivos
- Historia de síndrome premenstrual.
- Un menor nivel educativo y económico.
- Menopausia quirúrgica.
- Una mayor duración de la perimenopausia.
“La aparición de síntomas físicos típicos de la menopausia como los sofocos, el insomnio y los problemas sexuales, entre otros, y el padecerlos de forma muy marcada son un factor de riesgo para padecer depresión, por lo que no conformarse con estos síntomas e intentar poner remedio a estas molestias es determinante para el bienestar de la mujer”, concluye Mireia Roca, especialista en el tema.
Con información de: Radio Fórmula