La detención de Ismael “El Mayo” Zambada y de Joaquín Guzmán López ha provocado distintos señalamientos hacia el Gobierno de México, primero por la poca información que las autoridades tenían sobre la captura y ahora por la carta en la que el líder del Cártel Sinaloa señaló que el día que lo aprehendieron se iba a reunir con el gobernador Rubén Rocha, así como con el político Héctor Melesio Cuén.
En el documento también dijo que el 25 de julio acudió a un rancho ubicado en Huertos del Pedregal, donde se iba a realizar el encuentro, y entró con dos integrantes de su equipo de seguridad.
Uno de ellos fue José Rosario Heras López, elemento que pertenecía a la Fiscalía General de Sinaloa y se mantenía activo, según confirmó la dependencia, pero actualmente se encuentra desaparecido junto con Rodolfo Chaidez, otro de los guardaespaldas que cuidaba al “Mayo” desde hace tiempo.
Aunque el gobernador de Sinaloa afirmó que en ningún momento pactó una reunión con “El Mayo” y detalló en conferencia de prensa que el día de la captura de los dos narcotraficantes viajó a Los Ángeles, EU, para encontrarse con uno de sus sobrinos, la carta del capo provocó señalamientos hacia las autoridades estatales por la posible colusión con el narco.
Además, de que diversos políticos, como Francisco Labastida, y especialistas consideran que Rubén Rocha debería ser sometido a una investigación, igual que la Fiscalía General del Estado de Sinaloa. Incluso señalaron que la captura del “Mayo” podría exponer la corrupción que hay en los tiempos de la 4T en el poder.
La carta del “Mayo” confirmó que el Cártel de Sinaloa opera en la entidad con el conocimiento de algunas autoridades estatales. Esta no es la primera vez que esta información sale a la luz, ya que Vicente Zambada Niebla, primogénito del “Mayo” y quien es testigo protegido de EU, declaró en 2019 que su padre entregaba dinero a distintas autoridades y detalló cómo funcionaban los esquemas de corrupción.
“El Vicentillo” fue presentado como uno de los testigos protegidos durante el juicio que Joaquín “El Chapo” Guzmán enfrentó en EU después de que fue extraditado y ahí detalló cómo funcionaban los esquemas de corrupción del “Mayo” en Sinaloa y a nivel nacional.
Zambada Niebla aceptó testificar contra su “compadre”, como le decía el hijo del “Mayo” a Guzmán Loera, luego de que lo mantuvieron encerrado durante varios meses en El Hoyo, nombre que recibe una celda de castigo en el que el narcotraficante estuvo aislado tras su captura.
El primogénito del “Mayo” se presentó el 3 de enero de 2019 en la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, donde la fiscal Amanda Liskamm le hizo varias preguntas sobre su padre.
La fiscal le preguntó a Vicente Zambada a quiénes les pagaba sobornos el Cártel de Sinaloa y él le dijo que a la Policía Municipal, a la Estatal, a “amistades” políticas, a militares, así como a la entonces Policía Federal Preventiva y a la Procuraduría General de la República, hoy Fiscalía General de la República.
Asimismo, sostuvo que el Cártel de Sinaloa les daba bonos a funcionarios públicos cuando los cargamentos de drogas salían bien. “El Vicentillo” reveló que los jefes de plazas eran los que se encargaban de hacer los pagos en otros lugares en los que también tenían presencia y estaban fuera del estado.
Además, confirmó que un hombre identificado como “el licenciado Carlos” era quien tenía contacto con los militares y “El Mayo” tenía a sus propios contactos en el Ejército, en la Policía Federal Preventiva y en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
La cantidad que pagaban mensualmente en sobornos por corrupción pasaba del millón de dólares, según “El Vicentillo”. Hasta ahora se desconoce si “El Mayo” o Joaquín Guzmán López han proporcionado más información a las autoridades de EU sobre los esquemas de corrupción en México, pero se espera que conforme avance su juicio van a aportar más detalles.
Con información de: Radio Fórmula