En pleno ajuste al presupuesto que entregó el gobierno carrerista al Congreso del Estado por el recorte federal de 820 millones de pesos, el Presidente AMLO dio a conocer esta mañana junto con la cúpula empresarial el Plan Nacional de Infraestructura, con algunas sorpresas tristes para la entidad.
De un paquete inicial de 147 proyectos a realizar el próximo año en el país, a San Luis Potosí apenas le correspondieron dos y serán de inversión privada: la carretera Ventura-El Peyote y el programa de inversión del aeropuerto de San Luis Potosí.
El primero se trata de un tramo concesionado de 37 kilómetros que conectará a la Estación Ventura con El Peyote, la inversión de 4 mil 200 millones de pesos estará a cargo de la empresa Mexicana de Técnicos en Autopistas (META), de Vicente Rangel Mancilla, cabeza del Grupo Valoran, fundado por su padre que durante los gobiernos federales del PRI y PAN fue favorecido con las concesiones de tres libramientos carreteros de cuota en la Zona Metropolitana, y en la 4T no sería la excepción.
Este proyecto ya se había amarrado hace unos meses con el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú; y por cierto, la mudanza de esta dependencia a la ciudad quedó en mera promesa descentralizadora, se dieron cuenta que hubiera sido un error por el grave problema de movilidad imperante.
La inversión del aeropuerto Ponciano Arriaga por la empresa concesionaria sería de 180 millones de pesos, que no incluyen renovar el alumbrado en el camino de acceso porque la Seduvop se comprometió a hacerlo y se está en espera de que el titular, don Leopoldo Stevens, le eche ganas.
En resumen, el Presidente AMLO ayudó muy poco a San Luis Potosí, la buena relación que tiene con el gobernador Juan Manuel Carreras no se reflejó en dinero y obras.
Apenas en septiembre, a la oficina del secretario de Hacienda, Arturo Herrera, Carreras llevó un ambicioso paquete de obras de infraestructura, “prioritarias”, como eran la ampliación del aeropuerto de Tamuín, la modernización de la carretera Ciudad Valles-Tamazunchale, la continuidad en las obras en ’57, la carretera Matehuala a Cedral, el bulevar Ferrocarrilero Bicentenario en Rioverde, la vía alterna de la carretera ’57…
El gobierno estatal se mantiene en silencio, a varias horas de que se hizo el anuncio del Plan Nacional de Infraestructura parece que no le hizo ninguna gracia, no ha emitido un boletín oficial para presumir los dos proyectos, las expectativas eran muchas, quizá el próximo año haya mejor suerte. [Javier Padrón]