El líder opositor Juan Guaidó, recibió una paliza por parte de una muchedumbre oficialista que lo esperó en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Caracas, cuando regresaba de una gira internacional de 23 días.
Saliendo de la terminal aérea, cerca de 200 personas le dieron puñetazos y lo golpearon con objetos contundentes, también a su esposa Fabiana Rosales y a varios diputados opositores que lo reconocen como jefe del Parlamento y acudieron a recibirlo.
Varios periodistas también fueron agredidos y robados de su equipo por el grupo chavista frente a decenas de agentes militares y de la Policía, que no impidieron estos actos.
Poco después, Guaidó salió por una de las puertas del aeropuerto saludando con el brazo derecho mientras decenas de seguidores lo aupaban y, en contraste, los simpatizantes del gobierno le gritaban “traidor” y “sucio”.
Guaidó enfrenta varias causas judiciales en Venezuela. Washington, su principal aliado, ha advertido al gobierno de Nicolás Maduro que cualquier acción contra él tendrá consecuencias.
“¡Guaidó, fascista!”, gritaron trabajadores de la aerolínea estatal venezolana Conviasa, sancionada el viernes pasado por Estados Unidos.
El opositor arribó en un vuelo de la línea portuguesa TAP proveniente de Lisboa. En el aeropuerto se presentó Romain Nadal, embajador de Francia en Venezuela, para acompañar al político en su regreso.
El regreso al país fue anunciado por Guaidó, quien expresó en un video que difundió en redes sociales que volvía “con compromisos de nuestros aliados, con acciones y medidas que se irán ejecutando”.
La gira de Guaidó comenzó el pasado 19 de enero. Visitó Colombia, varios países de Europa, Canadá y Estados Unidos, donde fue recibido por el presidente Donald Trump, quien le prometió “aplastar” la “tiranía” de Maduro.
El jefe de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, ha asegurado que “no va a pasar nada” cuando vuelva Guaidó, mientras Maduro y otros dirigentes han exigido abrir nuevos procesos contra él.
EFE