Debido al reforzamiento de la vigilancia en el Rastro de Peñasco, el 2019 cerró con más de medio centenar de decomisos con lo que se evitaron que llegaran a las familias potosinas productos cárnicos no aptos para el consumo humano.
El titular de esta dependencia municipal, Jorge Miguel Martínez Soto hizo un comparativo con el último año de la anterior administración capitalina, en el cual apenas se rebasaron los cinco decomisos, “de ahí la diferencia en lo que actualmente se hace en el centro de matanza a favor de la población”.
Insistió que son más de 50 decomisos de cabezas de ganado gracias al aumento de la vigilancia, tanto de animales completos, piezas e incluso, vísceras, por lo que cualquier ganado con alguna lesión o enfermedad se reporta y se decomisa para que no se procese ni se comercialice.
Asimismo, Martínez Soto insistió en que se aplican las pruebas e inspecciones para evitar que ganado con sustancias prohibidas ingresen en el centro de matanza municipal.
Por su parte, médicos veterinarios certificados del Rastro de Peñasco aseguraron que se trabaja de manera coordinada y constante con la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios -COEPRIS-, y con el Comité de Fomento y Protección Pecuaria para cerrar este círculo de vigilancia y aprovechar esta red de apoyo en la que intervienen todos los niveles gubernamentales.
Coincidieron que con estas acciones se ha evitado la introducción de animales en malas condiciones, para de esta manera dar la garantía a la población de San Luis Potosí que los productos que son procesados en el centro de matanza son óptimos para el consumo humano.