A la edad de 95 años murió el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, una de las grandes figuras de la literatura de América Latina y emblema de la Teología de la Liberación.
Apenas el 20 de enero pasado cumplió este lunes 95 años con buena salud e inmerso en la creación de nuevos poemas, informó su asistente.
«Está muy bien de salud, lúcido y escribiendo siempre», declaró en ese entonces a la AFP la asistente del poeta, Luz Marina Acosta.
Entre sus más recientes poemas están «Con las puertas cerradas» y «Lo visible y lo invisible», que terminó de escribir la víspera de su cumpleaños.
El poema habla «del antiguo credo de la iglesia: creo en Dios, creador de lo visible y lo invisible. Trata de todo el cosmos, de toda la creación, de lo que han tratado mis últimos poemas», afirmó Cardenal en un video corto que envió a la AFP.
La editorial Trotta publicó en España un libro de más de mil páginas con todos los poemas de Cardenal en homenaje a su 95 aniversario, indicó Acosta.
Sus obras literarias, como «Hora Cero», «El Evangelio de Solentiname» y «Oración por Marilyn Monroe y otros poemas», han sido traducidas a más de 20 idiomas.
En diciembre de 2019 fue distinguido en México, y al regresar a Nicaragua fue hospitalizado por un problema de baja hemoglobina, del cual se recuperó poco después.
«Come bien y camina con ayuda de un andarivel» o andador, relató Acosta, quien dijo que Cardenal ha recibido mensajes de felicitaciones de todo el mundo por su cumpleaños.
Cardenal es un sacerdote y defensor de la teología de la liberación, quien fue suspendido por la Iglesia católica debido a su militancia con la pasada Revolución Sandinista (1979-1990), en la que fue ministro de Cultura.
En febrero del 2019, el papa Francisco revocó la «suspensión a divinis» que le aplicó el fallecido Juan Pablo II.
Cardenal nació en 1925 en la colonial ciudad de Granada, estudio filosofía y literatura en México y Nueva York y en 1957 ingresó al monasterio trapense en Kentucky, Estados Unidos, bajo la guía espiritual de Thomas Merton.
Merton lo motivó a crear una comunidad contemplativa en la isla de Solentiname en el lago Cocibolca, que luego sería destruida por la dictadura somocista. (Con información de la AFP)