En México, hay “muchas más” Ingrid Escamilla, Fátima Antón Fernández -de siete años-, Aracely, María de Jesús Jaimes Zamudio, Abril Pérez Sagaón – alguno de los feminicidios que tuvieron mucha atención- y hasta sería imposible la repercusión de cada uno.
Las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que en 2019 fueron asesinadas diez mujeres por día -una de ellas, de menos de 17 años.
“No tenemos la capacidad para movilizarnos tantas veces al día. Además, muchas mujeres no somos libres de manifestar. Las que van tienen mucho coraje”, dice Frida Hernández Ojeda, activista feminista y miembro del Observatorio de Violencia contra las Mujeres.
El mapa de los feminicidios en México
La ingeniera geofísica María Salguero lleva un registro de los casos en todo el país.
Contra este panorama, para visibilizar y reclamar leyes y políticas de protección, la ingeniera geofísica María Salguero sumó su aporte. Desde 2106 confecciona un mapa con los asesinatos de mujeres en todo el país.
“Empecé a involucrarme con el tema de la desaparición de personas y advertí que la desaparición de mujeres es un preámbulo de feminicidio”, sintetiza Salguero.
Con su trabajo, también observó que el crimen organizado también es violencia de género. “Porque matan con un sentido de pertenencia”.
El registro del mapa de feminicios en México no implica únicamente números -que solo de 2018 a 2019 aumentaron un 6 por cierto. “Está también los nombres y las historias de vida”, agrega.
A Salguero esta tarea le lleva en promedio tres horas por día, que resta a sus ratos libres, y no cuenta con aporte oficial. “Pero, bien que utilizan los datos”, aclara.
Además, en 2019 el gobierno la había convocado para trabajar en Derechos Humanos. Renunció a un empleo fijo, se unió al equipo -”llevaba hasta mi computadora”- y como el nombramiento no se concretó, desistió.
“Nunca pensé que el mapa fuera a tener tanta repercusión. Supuse que sería útil para mis amigas periodistas y su alcance se extendió mucho más. Por primera vez, hemos sostenido la conversación sobre la violencia machista por mucho tiempo”.
Sobre su recorrido hasta llegar a este mapa, resume: “Estudié geofísica, estaba estudiando para hacer una maestría en Sismología de terremotos, en el colegio reprobaba las materias sociales y la realidad me situó en este lugar. Creo que el mapa contribuye a mostrar una problemática invisibilizada. Es mi acto de protesta vivo y constante”.
Por Clarín.