Felipe Morales
En redes sociales, páginas de aficionados se lee hoy: “el 29 de abril no se olvida”, refiriéndose al aniversario número catorce del gol anotado por Marcelo Guerrero y que le dio al Club San Luis la permanencia en la Primera División.
Miles de aficionados fueron testigos presenciales, muchos más lo vieron por televisión, era la última jornada del Torneo Clausura 2006 y el San Luis recibía a Atlas en un juego definitivo, (ya los aficionados estaban acostumbrados a sufrir, en temporadas anteriores aunque en el vetusto “Plan de San Luis” vivieron ese angustioso partido por el no descenso).
Sin embargo era diferente, no menos cardíaco claro está; en ese juego San Luis se jugaba, por caprichos de los números, el descenso si empataba o perdía el partido y la salvación de la mano con calificar a la liguilla en caso de ganar.
Sobra mencionar que el Estadio “Alfonso Lastras” que mostraba un avance significativo en su construcción estaba a reventar.
El inmueble, un esfuerzo de Don Jacobo Payan y su familia, casi desde que iba tomando forma fue utilizado para los equipos que él mismo auspiciaba: el primero, Atlético de San Luis en tercera y segunda división, así como el Club San Luis ya administrado por Televisa primero y los Chargoy después.
En otra laitud de México, en Culiacán Sinaloa los “Dorados” jugaban la misma carta, enfrentaban a los Pumas.
En el “Lastras”, que desde el silbatazo inicial fue un manicomio, los rojinegros anotaron primero en gol casi de “vestidor” al minuto 6 y así continuó hasta cuatro minutos antes de los 90.
Alfredo González Tahuilán, exactamente al ’86 logró el empate con un remate de cabeza, y el estallido no se hizo esperar, sin embargo aún ese empate era insuficiente y ¡faltaban cuatro minutos!
Sobre el tiempo de compensación surgió un tiro-centro de Mendoza que intentó rematar Ariel González, hubo un rebote, el portero rechazó y la pelota le quedó incómoda al “Colo” que alcanzó a estirar la pierna izquierda para anotar, el portero estaba vencido por el rechace, la jugada fue vertiginosa.
Era con el alma antes que con la pierna izquierda y fue el gol del triunfo, el gol de la salvación…el Gol del Milagro.
Con el eco de esa euforia, el equipo potosino tuvo una brillante liguilla hasta llegar a la final dejando en el camino a Atlante, a Toluca y cayendo en la final ante Pachuca con un polémico penalty.
La afición tiene buena memoria para los momentos tristes y desde luego para los momentos alegres, para las hazañas como las que recordamos hoy a 14 años de distancia.