Felipe Morales
La muerte siempre conmociona, y en la tauromaquia ha sido protagonista y le ha arrebatado al mundo a los grandes creadores.
Manolete, Belmonte, Paquirri, Yiyo en la cuna del toreo, España, así como en México Luis Freg, y el llorado Alberto Balderas.
Pero hay un pilar fundamental del toreo que un día como hoy pero de hace cien años pasó a la historia: José “El Gallo” o Joselito.
Recordado por su gran carisma que le hizo ganar el afecto de toda España y desde luego por sus cualidades; además por haber sentado las bases de la tauromaquia moderna al haberse inmiscuido en la selección de toros en las ganaderías y promover la edificación de Plazas Monumentales.
Fue considerado niño prodigio del toreo, su muerte inesperada y prematura, ocurrida a los 25 años no hizo sino convertirlo en leyenda; murió en la cúspide y fue el protagonista de la transición del toreo a la usanza antigua y el toreo moderno.
José Gómez Ortega, nació el 8 de mayo de 1895 en Sevilla, de origen gitano, debutó como becerrista en 1908 en Jeréz de la Frontera, debutó como novillero en 1912 en Sevillla y tomó la alternativa con tan sólo 17 años el 28 de septiembre de 1912 en Sevilla con Rafael “El Gallo”, su hermano mayor como padrino y Antonio Pazos como testigo.
Entre sus múltiples hazañas se encuentran las seis encerronas a los 20 años de edad, en Málaga, en Andújar, en San Sebastián, Almagro, Sevilla y Valencia; además inauguró la Real Mestranza de Sevilla en 1918 y de los primeros en rebasar la barrera de las cien corridas por año.
“BAILAOR” Y JOSELITO
El 16 de mayo de 1920 Joselito se presentó en la pequeña plaza de Talavera de la Reina, lo hizo después de haber estado fuera del cartel y la gente no podía creer que la máxima figura de España partiría plaza en su modesto coso.
Toreaba en mano a mano con su cuñado Ignacio Sánchez Mejías y el quinto toro de nombre “Bailaor” un astado no muy grande incluso cornicorto pero burriciego se le arrancó intempestivamente lanzándole por el aire e infiriéndole la cornada mortal en el vientre.
Primera y única vez que se ha vestido de luto a la Virgen Macarena (Nuestra Señora de la Esperanza Macarena).
Tal es la influencia de Joselito “El Gallo” en el toreo que cada día 16 de mayo en todas las plazas españolas donde se celebre una corrida, desde 1921 a la fecha, los toreros hacen el paseíllo sin montera y se guarda un minuto de silencio.
Hoy, por culpa de la pandemia no habrá festejos en España, pero los aficionados tanto españoles como los de los países taurinos recordarán la memoria del revolucionario José Miguel Isidro del Sagrado Corazón de Jesús Gómez Ortega “Joselito”.